URBANISMO

Dos de cada tres ayuntamientos siguen sin un PXOM adaptado a la ley

La cifra ha ido subiendo lentamente desde 2009 cuando eran el 90 por ciento

Urbanización de Fadesa en Miño, que quedó inacabada con el crack inmobiliario AFP/MIGUEL RIOPA

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La adaptación de los planes urbanísticos de los ayuntamientos gallegos a la Ley del Suelo avanza lentamente. En la Comunidad sólo 109 de los 313 municipios (el 66,7%) cuentan con un Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) actualizado . Esta herramienta es necesaria para poder emprender desarrollos de nueva vivienda, suelo industrial o dotaciones para los vecinos con facilidad y seguridad jurídica. La tramitación de los planes es compleja y se prolonga de media entre 10 y 12 años debido a la cantidad de informes que se deben de realizar y a la multitud de organismos públicos que tienen comprobar que se cumplen todas las normativas.

Pese a que la mayor parte de los ayuntamientos no cuenta con el plan actualizado, la situación ha ido poco a poco avanzando. En el año 2009, justo después del crack inmobiliario, en Galicia tan sólo 33 municipios disponía de un PXOM adaptado a la Ley del Suelo . Ahora son 109 y otros 20 están a punto de lograrlo al haber superado el trámite más difícil, la memoria ambiental. En la época dorada del ladrillo, municipios como Barreiros en la Mariña lucense de tan sólo 3.300 habitantes planteaban reservar suelo para construir casas para 25.000 nuevos vecinos. El control urbanístico es en la actualidad «más racional», explican desde la Consellería de Medio Ambiente. «Ese tipo de cosas creo que no van a volver», coincide José Taboada, presidente de Tysgal, una empresa que ayuda a los ayuntamientos a elaborar el proyecto ambiental de los PXOMs.

Desde el colapso del sector de la construcción se han aprobado numerosas normativas, como las directrices de ordenación del territorio o el plan de ordenación del litoral. De esta forma se ha limitado la «clasificación de suelos urbanizables y la construcción indiscriminada en áreas sensibles por su interés cultural o natural o porque sencillamente no son necesarios nuevos desarrollos en atención a la demanda previsible de edificación en relación con el crecimiento demográfico y económico», apunta fuentes del gabinete que dirige Ángeles Vázquez. Taboada explica que esta nueva profusión legislativa ha ralentizado la elaboración de los planes urbanísticos, que en los últimos años han tenido que ir cambiando sus proyectos al compás de la aprobación de nuevas normas más garantistas con el territorio .

Pero el también presidente del Colegio de Geógrafos de Galicia incorpora otras razones. « Si el partido en el Gobierno en un concello no tiene la mayoría absoluta, deja el plan urbanístico en un cajón y se evita conflictos» , apunta. Aunque no hay tanto interés por construir como antaño, todavía siguen existiendo «muchísimas presiones» entorno a los usos del suelo. «Desde grupos ecologistas que piden más garantías a vecinos que tienen fincas urbanizables y pueden dejar de serlo o a los promotores inmobiliarios que quieren construir. Para un alcalde sin mayoría es un suicidio político», resume Taboada.

Los ayuntamientos que se animan se enfrentan a un largo proceso. Los PXOMs son herramientas pensadas para estar en vigor entre 20 y 30 años. «La tramitación, aún que se ha acortado y simplificado con el fin de ganar agilidad, sigue siendo larga, compleja y delicada debido a la intervención de varias administraciones y organismos sectoriales que deben velar por el cumplimiento de legislaciones tan diversas como las referidas a las costas, ríos, carreteras, ferrocarriles, patrimonio cultural y natural, etc», reconocen desde la Consellería de Medio Ambiente. «Llevo desde el año 2006 trabajando en esto y en todo este tiempo he visto aprobarse sólo dos planes que ya estaban empezados cuando asumimos los proyectos», ejemplifica Taboada. Muchas corporaciones prefieren seguir con el plan desactualizado, aunque sea más complejo plantear nuevos desarrollos de suelo.

Planes básicos

En el caso de los ayuntamientos más pequeños, la falta de personal técnico especializado y de presupuesto para encargar la elaboración del PXOM a una empresa complica aún más la elaboración de los planes. Para intentar ayudarlos la Xunta puso en marcha los denominados PBM (Plan Básico Municipal). Están pensados para los ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes y sin planeamiento . Acogiéndose a esta figura pueden «desarrollar cierta actividad urbanística pero sin establecer criterios de crecimiento urbano» , explica la Consellería de Medio Ambiente. La propia administración autonómica asumió directamente la redacción del primer PBM de Galicia, el del ayuntamiento de O Páramo, que está pendiente de la aprobación definitiva. Además ha colaborado técnica y económicamente con otros 8 municipios, que ya tienen muy avanzada la tramitación y con otros 9 más que están trabajando en su cartografía como paso previo a la redacción de los PBM. En total hay 18 municipios en la Comunidad que ya están trabajando en su Plan Básico Municipal.

El número de ayuntamientos que no cuenta con ninguna herramienta de ordenación urbanística llega a 21. Estos concellos, recuerda Medio Ambiente, se rigen desde el año 2018 por el Plan Básico Autonómico. El documento muestra una regulación de carácter general sobre los diferentes usos del suelo y de las edificaciones.

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