Cabezas de ratón

Cada uno ordena su casa como quiere o como puede, pero si nos dedicamos a amueblar las estancias con lo que otros tienen aparcado en el trastero, después no vale quejarse porque el resultado no es lo suficientemente confortable. Y no es cuestión de dinero, hoy en día hay muebles caros que no valen un duro y soluciones baratas que nos pueden hacer muy felices. Igual que pasa en el hogar pasa en la política.

Es llamativo que haya quien esté barajando presentarse a las elecciones como alternativa al PP, pero con un cartel lleno de candidatos repescados de filas populares. Alejandro Langtry, Juan Miguel Diz Guedes, Pepe Araujo... Nada en contra de ninguno de ellos, pero sí es llamativo que Ciudadanos aspire a ser referencia en el centro derecha a costa de nutrirse con los que se han cansado de calentar el banquillo en el Partido Popular. Los de Albert Rivera carecen de estructura territorial y lo quieren suplir a golpe de inflar el ego a quienes aspiraban a ser más de lo que en el PP les han permitido. Legítimo sí, pero poco coherente con el discurso de renovación y aire fresco que propaga la formación naranja.

Es lícito que algunos prefieran ser cabeza de ratón que cola de león, está bien aspirar a más en la vida, pero uno se pregunta qué harán si al electorado no le cuela. Ya sabemos que siempre se prefiere el original a la copia, y entre los fichajes de estas últimas semanas los hay que llevan décadas en el PP sin que se supiese hasta ahora que tuviesen queja alguna.

El patrón se repite en casi todos ellos. Estaban encantados en el Partido Popular, a unos meses de las elecciones anuncian su baja y reconocen contactos con Ciudadanos. Al final llega el anuncio de que se presentan. Dice el refranero que la unión hace la fuerza y que más vale pájaro en mano que ciento volando, pero ese será otro cantar. Ya veremos el 27 de mayo si ha valido la pena la aventura o si acaban todos en la oposición.