Alberto Varela - CRÓNICAS ATLÁNTICAS

Las brujas

A título individual uno puede creer en las meigas o en que las vacunas son un cuento, pero a los cargos públicos se les presume cierta cabeciña

Lo que hemos visto estos días con relación a los postulados anti-vacunas de Lidia Senra es para pararnos un momento a reflexionar. Por una parte ha dejado claro —una vez más— que el rupturismo es una amalgama de partidos unidos más por sus odios que por sus filias , desde un punto de vista sanitario la propuesta es de una irresponsabilidad extrema.

A título individual uno puede creer en las meigas, en la autosanación o en que las vacunas son un cuento, pero a los cargos públicos se les presume cierta cabeciña. Llevar a una tribuna ese tipo de ideas sin fundamento científico es muy peligroso, porque estamos hablando de proteger a los niños de enfermedades que hace varias décadas eran mortales. Si países como Francia e Italia se han planteado vacunaciones obligatorias no ha sido para inflar la cuenta de resultados de las farmacéuticas , como piensan algunos, sino para hacer frente al resurgimiento del sarampión o la polio de los que nos habíamos olvidado, pero que han vuelto de la mano de los antivacunas y los partidarios de la medicina alternativa.

Del método científico se quedan con la hipótesis y la convierten en dogma de fe aunque no la hayan comprobado. Para qué dejarse la vista meses y meses en el laboratorio haciendo pruebas, para qué exponerse a que los ensayos demuestren que el remedio no funciona y que hay que volver a empezar. Tiran para adelante, se le pone un nombre exótico al producto y siempre hay quien cree.

Llama la atención ver, por cierto, como los mismos que ven conspiraciones detrás de las vacunas y miran con lupa la pastilla que les receta el doctor suelen confiar ciegamente, sin embargo, en chamanes y terapeutas «new age» . Lo que se prueba en los laboratorios no les vale, lo que dicen las estrellas o la energía de las piedras va a misa. Curioso que en la era de la ciencia las brujas vivan una nueva etapa dorada. Ahora ya no vuelan en una escoba, visten bata de médico y tienen remedio para todo. Imperdonable que se les abra la puerta de las instituciones.

Las brujas

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