Los bebés que «humanizan» a los líderes políticos españoles

Núñez Feijóo ya tiene en casa al pequeño Alberto. El presidente de la Xunta ha sorprendido por su cercanía al anunciar el nacimiento de su hijo

Feijóo, unas horas después de convertirse en padre por primera vez EFE

NADIA QUINTELA

El presidente de la Xunta de Galicia se convertía en padre soltero de su primer hijo, a los 55 años de edad , el pasado miércoles, un día después de San Valentín. Pero la expectación no sólo venía por el anuncio del nacimiento del vástago de Alberto Núñez Feijóo , que además hizo a través de sus redes sociales, sino porque su pareja, Eva Cárdenas, una alta ejecutiva de Inditex, Directora General de Zara Home, daba a luz a su segundo hijo a los 52 años. Precisamente a última hora de ayer, la madre y el pequeño Alberto Núñez Cárdenas recibían el alta médica , tan sólo tres días después de una cesárea programa tras un embarazo a término . Ambos ya descansan en su casa de La Coruña, una planta entera, con espectaculares vistas, de un edificio ubicado en una de las arterias principales de la ciudad gallega , muy lejos de la residencia oficial de la que Feijóo dispone en Santiago de Compostela.

Pero ¿por qué el nacimiento del hijo de un político en activo se convierte en una «gran» noticia que activa el trabajo de los paparazzi? Y es que, de unos años a esta parte, la vida privada de los dirigentes españoles ha seguido la tendencia marcada por otros países , como Estados Unidos o Francia –Nicolas Sarkozy y la modelo Carla Bruni fueron padres estando en el Elíseo–, donde la información más personal causa gran expectación y llena páginas de la prensa rosa. Para Mar Castro, consultora de comunicación y autora del libro «NETiqueta», «que los políticos muestren sus emociones, les humaniza y les acerca a sus votantes. Me parece fantástico cómo Feijóo ha abierto su corazón , mostrando la foto de la manita de su hijo, un acto de tanto cariño, pero protegiendo la privacidad del menor. Es un gran gesto de comunicación emocional». El mismo que hace justo un año hacían el político popular, Borja Sémper, y su pareja, la actriz Bárbara Goenaga, cuando mostraban la manita del pequeño Telmo en Instagram , aunque en esta ocasión, la fotografía se dio a conocer a través de la cuenta de la actriz y no en la del portavoz del PP vasco.

Boyer y Preysler

A excepción del escándalo protagonizado a finales de los años 80 por Miguel Boyer, ministro de Economía por entonces, e Isabel Preysler, estrella por excelencia del papel couché –de la de antes y de la de ahora–, cuando fueron padres de su primera hija en común, Ana, la vida privada de los políticos españoles, incluso estando en activo, ha pasado bastante desapercibida . Por ejemplo, pocos siguieron la noticia de la paternidad de Mariano Rajoy, por aquel entonces ministro de Administraciones Públicas. Casi seis años después, con la llegada de su segundo hijo, Rajoy, que ya era jefe de la oposición, sí hablaba ante la prensa diciendo que el bebé se parecía a su hermano y bromeaba sobre el hecho de que si sería catalán, ya que Elvira Fernández, su mujer, había dado a luz en el Hospital Dexeus, en Barcelona , el mismo donde nacieron los hijos de la Infanta Cristina e Iñaki Urgandarín.

Ahora las cosas han cambiado. El hecho de que la vida privada de los políticos llame tanto la atención es porque «los tenemos en una esfera distinta por la distancia que toman para posicionarse. Están lejos emocionalmente de las personas a las que se dirigen y muchos ya saben que mostrarse naturales , como el resto de la gente, les acerca al electorado. Da normalidad», afirma Castro. Ese es el ejemplo de Soraya Sáenz de Santamaría, quien tuvo a su hijo Iván, siendo ella portavoz del PP, nueve días antes de las elecciones del 20 de noviembre de 2011. El anuncio de su embarazo lo hizo ella directamente, a pie de micro, ante la prensa que cubre la crónica política en los pasillos del Congreso de los Diputados. Incluso explicaba que el motivo de la duración del catarro que padecía era porque al estar embarazada no se podía medicar.

En campaña

Susana Díaz, actual presidenta de la Junta de Andalucía, también compaginó embarazo y campaña en la últimas elecciones autonómicas andaluzas; o Carmen Chacón quien, además de convertirse en la primera mujer ministra de Defensa, también fue la primera ministra que daba a luz durante su cargo, un niño llamado Miquel . La política catalana accedía a su cargo embarazada de siete meses, lo que fue muy difundido por la prensa europea.

La maternidad de otra ministra de Defensa también ha sido ampliamente comentada por lo insólito de su caso dentro de la política española. María Dolores de Cospedal tuvo a Ricardo, su único hijo, soltera y mediante fecundación in vitro . La política, que por entonces tenía 41 años, estaba separada de su primer marido, compañero de oposición, con el que sólo estuvo tres años casada y de cuyo matrimonio no nacieron hijos. Fue la propia Cospedal quien habló del tema en una revista femenina, explicando que llevaba años soltera, que ya había recibido la anulación eclesiástica de su matrimonio y, tras esperar cuatro años una adopción de un niño o niña búlgara que nunca pudo ser, decidió someterse a ese tratamiento.

Esa misma opción la eligió su compañera del partido, Alicia Sánchez Camacho, quien pocos meses antes de cumplir los 40, daba a luz a Manuel . La política catalana, que en ese momento era directora general del Instituto Nacional de la Seguridad Social, aseguró en un principio que el «donante había sido anónimo» pero, siete años después, se conoció el nombre del padre: Manuel Pimentel, ex ministro de Trabajo. La información salió a la luz tras presentarse una demanda judicial de mutuo acuerdo de reconocimiento de paternidad.

Adopción

Pero Alberto Núñez Feijóo no es el primer presidente de una Comunidad Autónoma que ha estrenado paternidad durante su mandato. José Bono, por entonces presidente de Castilla La Mancha, y quien ya era padre de tres hijos adolescentes –dos chicas y un chico– adoptaba con la que era su mujer, la socióloga Ana Rodríguez, a la que se convertiría en su cuarta hija, Sofía, una niña chilena de tan sólo siete meses . A diferencia de Feijóo y otros políticos más herméticos con su vida privada, lejos de la normalidad de dirigentes como los diferentes presidentes de EE.UU., el político manchego sí habló con la prensa de este acontecimiento en su vida e, incluso, posó con su familia al completo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación