La automoción pierde el tren de los Next Generation

Stellantis no podrá financiar una plataforma para nuevos modelos por culpa de los plazos del Perte

El proyecto Autoancora opta a recibir ayudas para una cantidad mínima de los 1.300 millones de inversión

Taller de baterías de Stellantis en Vigo CEDIDA

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Las ayudas todavía no se han concedido, pero con la convocatoria abierta, la automoción gallega se resigna a perder la oportunidad de los fondos europeos Next Generation. La mayor parte de los proyectos no encajan dentro de los requisitos exigidos por el Gobierno central. Stellantis no podrá recibir dinero público para financiar parte de la inversión necesaria para preparar la factoría de Vigo, de cara a ensamblar futuros modelos, por una cuestión de plazos . La otra gran apuesta de Galicia era el proyecto Autoancora, que esperaba movilizar una inversión conjunta de 1.300 millones. El sector reconoce que tan sólo una pequeña cantidad podrá optar a las subvenciones.

Tras la pandemia del coronavirus, la Unión Europea creó los Next Generation para intentar revitalizar la economía del Viejo Continente. En España, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha establecido los denominados Pertes (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) para canalizar las ayudas. El 18 de marzo se publicaba en el BOE la convocatoria del Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado, con casi 3.000 millones de euros en subvenciones. Al ver las condiciones, las esperanzas de la automoción gallega se desvanecían . La industria automovilística, capitaneada por Stellantis en Vigo y su potente red de auxiliares, facturó el año pasado 11.200 millones de euros y empleó a 23.450 personas. Es uno de los principales motores de la economía en la Comunidad.

Hace una semana, Stellantis anunciaba sus proyectos para intentar captar ayudas públicas. La inversión en la fábrica de Zaragoza ascenderá a 266 millones. Pero el grupo automovilístico solo contempla para las plantas de Vigo y Madrid una cantidad de 43 millones de euros. En Balaídos, la actuación más destacada será la creación de un nuevo taller de baterías .

Fuentes de Stellantis explican que en Zaragoza están a punto de sacar nuevos modelos al mercado, pero en Vigo hace relativamente poco tiempo que se empezaron a fabricar tanto el Peugeot 2008 como las furgonetas K-9 (Berlingo, Partner y Combo). El grupo no preveía adaptar la fábrica para la construcción de nuevos modelos hasta dentro de unos años. Es lo que se conoce, en el argot automovilístico, como la implantación de la plataforma. Pero los plazos que el Gobierno central ha fijado en el Perte establecen que en 2025 deben estar las inversiones ejecutadas. A Stellantis le interesaría que la fecha límite se extendiese hasta 2026, aún dentro del periodo permitido por la UE, más acorde con su cronograma posible de inversiones para Vigo. El Gobierno ha adelantado el plazo por una cuestión burocrática, para que las ayudas puedan justificarse holgadamente y no haya problemas.

Diálogo con el sector

Desde la Vicepresidencia económica de la Xunta recriminan que el Ejecutivo central no ha hablado con Stellantis, el mayor fabricante de coches de España, para intentar averiguar sus necesidades. «Publicaron las bases de una convocatoria sin hablar con el sector, y así es muy difícil acertar», recriminan. Temen que, si la planta de Balaídos queda fuera de las ayudas, el grupo opte por fabricar nuevos modelos en otro lugar, comprometiendo el futuro del sector de la automoción en Galicia. «En otros países europeos, Italia, Francia o Alemania, ya les han confirmado las nuevas plataformas, aquí ya vamos con retraso », indican fuentes de Vicepresidencia. La Xunta y otras comunidades llevan tiempo reclamando que los fondos Next Generation puedan ser cogestionados desde los gobiernos autonómicos, precisamente para adaptar las ayudas públicas a los sectores prioritarios y sus necesidades en cada territorio.

La implantación de las plataformas necesarias para el Peugeot 2008 y las furgonetas supuso una inversión de 650 millones de euros por parte de Stellantis. La cuantía depende de las características concretas de los modelos a construir, que previsiblemente serán eléctricos. Stellantis aún no ha anunciado ningún nuevo coche para Vigo, pero cualquier ayuda pública que se establezca puede inclinar la balanza hacia una adjudicación a Balaídos o hacia alguna otra planta del resto del mundo. « Los proyectos van allí donde hay una fábrica competitiva, pero además hay una ayuda », reconocen fuentes de la fábrica viguesa. Vigo cumple el primer criterio, ya que es una de las factorías con mayor volumen de producción de todo el grupo. El segundo está ahora en riesgo, aunque es posible que en el futuro la planta pueda beneficiarse de algún otro programa al margen de los Next Generation.

El Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado no sólo ha dejado fuera a Balaídos. Cuando se anunciaron los fondos Next Generation, la propia Stellantis, junto con el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), el clúster del sector (CEAGA) y la Xunta decidieron agrupar las inversiones que preveían necesarias de cara al futuro bajo la denominación de proyecto Autoancora. En total, serían unos 1.300 millones de euros. Más allá de las líneas generales que definían el programa europeo (sostenibilidad, digitalización, innovación...), por aquel entonces se desconocían los requisitos exactos de la convocatoria. Una vez publicados, el sector ha descubierto que apenas unas pocas inversiones tienen encaje. Habrá que buscar financiación por otro lado y esperar otro tren en el andén. Los Next Generation pasarán, si nada lo remedia, de largo. Y los fondos diseñados para hacer frente a la maltrecha economía que dejó el coronavirus supondrán, en total, más dinero que el que había recibido España de Bruselas en las tres décadas pasadas.

Desde la Xunta aún no tiran la toalla. El departamento que dirige Francisco Conde pide al Ejecutivo de Sánchez que reconduzca la situación. Para ello solicitan que se convoque la Mesa de la Automoción, en la que están representados tanto el sector como las comunidades. El órgano se reunió antes de la convocatoria del Perte, pero la Xunta cree que debe volver a citarse para ver exactamente cómo va a desarrollarse. Además, el gobierno gallego presiona para que puedan establecerse otros mecanismos de ayuda para el sector de la automoción, al margen del Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado, pero también con cargo a los fondos Next Generation, que en cifras globales podrían dejar en España hasta 140.000 millones. Tras tomar posesión del cargo, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, remitió una carta a Pedro Sánchez, en la que, entre otras cuestiones, le trasladaba su preocupación por el futuro de la automoción en Galicia.

La Vicepresidencia económica de la Xunta también solicita que se mejore «el nivel de intensidad de las ayudas». Actualmente, de media, financiarán alrededor de un 25% de las inversiones previstas . El departamento que dirige Conde recuerda que otras ayudas europeas llegaban fácilmente hasta el 40%.

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