Diez años de 'Atlántico', la aventura hippie de Xoel López

Han pasado 10 años desde que se publicó «el mejor disco» del artista, según el autor Javier Becerra, concebido después de que lo dejase todo atrás para irse a vivir a América

Xoel López en la época de 'Atlántico', fotografiado por Lola García ABC

Ántar Vidal

Xoel López fue «un traidor a su pasado», como él mismo reconoce. Lo tenía todo cuando decidió, prácticamente, cambiar de vida: aclamados discos a sus espaldas con Deluxe, fama, la crítica de su parte y un amplio séquito de fans que llenaban las salas allá donde el músico coruñés tocase. También, por qué no decirlo, tenía dinero. Y llegó un momento en 2008 en el que todo eso le cansó y quiso dejarlo atrás.

Guitarra a las espaldas mientras se subía al avión dirección América, donde además de encontrar el sitio de su desconexión en Argentina , también daría con los ingredientes necesarios para regresar con un sonido nuevo, exótico y que rompería no solo con la música anterior de su banda Deluxe, sino con el panorama alternativo español: en 2012 vio la luz su álbum 'Atlántico', rechazado al principio, venerado después. Recoge todo esto el periodista Javier Becerra en su libro de mismo nombre, una especie de homenaje a los 10 años del disco que cambió vidas. «Necesita revalorizarse, es de los mejores discos del pop español», asegura con entusiasmo el escritor a ABC. De hecho, de casi la decena de álbumes que el cantante tiene en su haber, defiende que es el mejor. Y quizá sea una opinión popular en 2022, pero en 2012 no lo era ni por asomo: «Salió en unas circunstancias poco propicias» , resume Becerra.

Antes de su viaje «para hacer el hippie por Argentina», Xoel López encabezaba Deluxe, que gozaba de reconocimiento suficiente como para llenar dos noches seguidas La Riviera de Madrid; más de 5.000 personas. El siguiente paso eran los grandes recintos, como podría ser el Coliseo de La Coruña. Tenía un éxito indiscutible, pero Xoel «nunca se acomodó» en él, no era lo suyo . Y por ello decidió dejarlo todo atrás y empezar de cero. Casi de manera premonitoria, con Deluxe publicó en 2008 el tema 'Reconstrucción': «Es el mejor momento / Sentir, cambiar de nombre tantas cosas / Y olvidar algunas caras / En el cementerio del pasado». Parecía tener claro cual era su próximo paso.

Llegar a Argentina «fue una cura de humildad», cuenta Becerra, porque en los años previos, aquí, se subía al escenario con los grandes: Quique González, Amaral, Iván Ferreiro... Pero allí no lo conocía nadie. Recuerda el escritor que tocaba en salas pequeñas para pocas decenas de personas, y decía al público: « Esto es una canción nueva, pero qué más da, si no conocéis ninguna ». Pero precisamente eso buscaba. «Le quitaba la presión de ser una estrella, de estar pendiente de seguir brillando», opina Becerra, y añade que cree que, en realidad, «le gustaría volver a esa situación», porque Xoel López ahora, a nivel mediático, es mucho más grande de lo que en su día fue con Deluxe.

Tras su retiro espiritual engendró 'Atlántico'. Se acabaron las referencias al britpop y los sonidos sesenteros, que se sustituyeron por letras íntegramente en castellano, guitarras españolas y sonidos bachateros. «Un disco totalmente latinizado que nadie estaba pidiendo en 2012», resuelve Becerra. «Hubo gente que lo consideró un traidor». Y tanto es así que cuando llevó el álbum a los escenarios españoles por primera vez, la gente gritaba « ¡Esto parece Juan Luis Guerra! », para, posteriormente, irse. Claro, cuenta el periodista, Xoel pensaba: «Joder (sic), pero si a mí me encanta Juan Luis Guerra».

La gira de regreso «no fue un fracaso, sino más bien falta de entusiasmo». Afluencia de público había en muchas fechas, pero en otras la pequeña banda de Xoel López apenas tocaba para unas pocas decenas de personas. Hubo dos factores principales que desencadenaron este tropezón (sea dicho, el propio Xoel ya contaba con ello): por una parte, la escena festivalera e 'indie' había forjado durante esos años un sonido muy diferente al que proponía entonces el coruñés. «Los grupos de festivales generaron una idea de robustez, de himnos, de tener una épica coreable. Xoel no tiene nada que ver con eso, la música es frágil, tiene mucho aire», explica Becerra. Vetusta Morla, los cabezas de este movimiento, llevaban al vivo una propuesta impactante y sin fisuras. Era lo que se destilaba en la escena de la década pasada, y Xoel poco tenía que ver con eso.  

El otro inconveniente es que, al principio, López no fue capaz de trasladar al directo 'Atlántico':«Era una de sus grandes bazas, pero no convencía. Con músicos españoles le costaba mucho llevarlo al escenario. Sonaban y no pasaba nada. Pero lo siguió intentando y encontró otra forma de hacerlo sonar». Lo que vino después ya es conocido:'Atlántico' resurgió, y durante estos 10 años Xoel López, gracias a confiar en su arriesgada propuesta, es de los más aclamados artistas nacionales. Sus colegas le envidian: « 'Atlántico' es un disco en estado de gracia», dice Leiva en el libro . «López firmó uno de los discos más importantes de la música popular española de la última década», según Bunbury. «Hizo lo que muchos otros no se atrevieron», sentencia Becerra.

La Caravana Americana

Con 'Atlántico', Xoel logró hacer algo al alcance de muy pocos: «Ha juntado la vida y la música en la composición; y no es un esteta, sino un tío que está viviendo y haciendo canciones de lo que vive». Y una de esas experiencias vitales de aquellos años fue la Caravana Americana. Un fiasco económico, pero de un valor artístico brutal. Durante sus largos viajes por América, de arriba abajo, conoció a decenas de músicos que le acompañaron en el escenario. También españoles. Una treintena en total . La idea era hacer un documental que nunca se llegó a publicar, al estilo del 'Don't look back' de Dylan.

«Fue una cosa brutal y genial. Cuando se revise, la gente se va a echar las manos a la cabeza y decir '¡Ostras, que esto pasó!'», cuenta Becerra. Viendo las fotos, llama la atención que todos los integrantes son hombres: Iván Ferreiro, Juan de Dios, Budiño, Eladio Santos, Sergio Morán, Bart Davenport... Lola García era la única mujer. «Ahora, en 2022, no pasaría esto, él es consciente y lo reconoce», relata el periodista.

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