Política
El BNG aspira a que la «presión social» obligue al Gobierno a «derogar realmente la reforma laboral»
Une fuerzas con ERC y Bildu, además del sindicato CIG, para crear un «frente común» que propicie cambios en la futura normativa
El BNG se revuelve contra la reforma laboral que quiere impulsar el Gobierno de coalición. Anuncia un «frente común» que por un lado se apoya en el sindicato afín CIG para fomentar «presión social» ; y, por otro, teje alianzas con ERC y Bildu para que la normativa se tramite en el Congreso como un proyecto de ley. En ambos casos, tal y como ha explicado este lunes el único diputado del Bloque en Madrid, Néstor Rego, bajo la premisa de cambiar un proyecto que, en estos momentos, aseguran, solo va a generar «una nueva decepción y nueva frustración».
Rego ha comparecido junto a Ana Pontón, portavoz del BNG, y Paulo Carril, secretario general de la CIG, tras una reunión entre el partido y el sindicato, para censurar que en el Consejo de Ministros se haya dado luz verde a lo que « no es una derogación de la reforma laboral », sino «una actualización que cambia muy poquitas cosas» y «mantiene los elementos más lesivos de la reforma del PP», ha afeado Rego.
El Bloque protesta ante lo que considera un «claro incumplimiento», tanto de compromisos electorales como de acuerdos de investidura. Y avisa Rego: «El BNG y el nacionalismo gallego no están dispuestos a asumirlo sin dar la batalla para que realmente haya cambios en positivo ». El diputado nacionalista ha mostrado un especial desaliento por dos hechos: que había margen parlamentario para ir más allá y que «la derecha no ve con malos ojos» la reforma en su actual concepción.
«El BNG no puede apoyar esta reforma, pero vamos a reclamar que se tramite como proyecto de ley, para que haya posibilidad de modificarla en positivo. Hemos hablado con otras fuerzas políticas, ERC o Bildu, para hacer un frente común y también con sindicatos soberanistas», ha detallado Rego. «Siempre con ese objetivo de que lo que en este momento es frustración y decepción por la no derogación acabe conduciendo por la presión social a que el Gobierno de PSOE y Podemos y la ministra de Trabajo se vean obligados a derogar realmente la reforma laboral», ha apostillado.
Pontón: el Gobierno «claudica»
Pontón ha añadido que todavía cree que hay «recorrido» en el Congreso a lo largo de las próximas semanas , con la tramitación de la medida, porque, ha dicho, hay una «oportunidad que no podemos desaprovechar», y que para el Bloque pasa por desmantelar la reforma laboral del PP.
Tras afear que el autoproclamado «Gobierno más progresista» se contente con «un lavado de cara que no soluciona los problemas estructurales», Pontón ha denunciado una « claudicación ante una de las partes, la patronal, que se ve reforzada », y también otra, escondida, a los « intereses de Bruselas a cambio de los fondos Next Generation »; fondos que, ha augurado, «van a acabar en manos de cuatro multinacionales». La portavoz del Bloque ha recriminado al Gobierno lo que aprecia como «mucha propaganda», que «deja intacta la reforma laboral», y ha remachado que «no» admiten «conformarse con un listón tan bajo».
Por su parte, Carril ha coincidido con Rego y Pontón en hablar de propaganda y «gran fraude», « utilizando el diálogo social como enterrador de derechos », para «consolidar la peor versión posible de lo que ya de por sí era la reforma laboral de 2012» en lugar de apostar por una verdadera derogación.