Los arrecifes sostenibles tienen sello gallego
Varios investigadores de la Universidad de La Coruña encabezan un proyecto para tratar de recuperar la fauna y la flora perdidas en las rías de Galicia

Proteger el medioambiente y fomentar la economía circular : ese es el objetivo de varios investigadores de la Universidad de La Coruña (UDC) con la presentación de un nuevo arrecife artificial para instalar en las rías de Galicia. «El objetivo es desarrollar un arrecife artificial adaptado a las particularidades de los ecosistemas marinos de Galicia », especifica Luis Carral, uno de los profesores que encabeza la investigación. Se trata de un cubo, de 1,5 metros de arista, que pesa alrededor de 5.000 kilos . Aún no se ha fabricado, ni mucho menos implantado, pero los resultados de las investigaciones han sido «favorables», según ratifica el profesor. También hay un lugar elegido para su instalación: el fondo de la ría de Ares y Betanzos. «Nuestros estudios han sido en cuanto a la hidrodinámica, en especial, y a la geomorfología de los fondos», y por ello, «ese es el lugar que proponemos», añade. Ahora, solo queda esperar a que haya una fecha para la instalación. Cuando esto se produzca, comenzará una nueva fase: esperar a poder comprobar el comportamiento de las especies y determinar nuevos resultados. La UDC, en un comunicado de prensa, especificó que próximamente esto se podrá validar con la instalación en las rías coruñesas, algo que se podría extender a toda la costa gallega.
Por el momento solo se ha recreado en una pequeña maqueta, pero tiene tres pilares fundamentales que lo hacen único. Este arrecife coruñés estará construido con «un material que calificamos hormigón tipo verde, porque es un material donde se han sustituido parte de los áridos (como la arena, por ejemplo), por conchas de distintas especies», apunta Carral. Esto hace que se adapte perfectamente al medioambiente, reduciendo al mínimo las emisiones del efecto invernadero y el consumo de energías no renovables .
Su forma de favorecer el hábitat solo se consigue gracias a la circulación de nutrientes. Este arrecife «tiene unas cavidades» que sirven para dar «cobijo a las especies» elegidas y que están «estudiadas para que generen una circulación del agua a su alrededor que favorezca la circulación de nutrientes», analiza Carral. «El tercer componente es que creen una superficie, lo que denomina un sustrato, adecuado para que se implanten especies de tipo vegetal que a través de la fotosíntesis van aportando energía al ecosistema». En definitiva, resume el investigador: «Esos son los tres pilares en los que se deben basar: mejorar la transferencia de energía, permitir una circulación de nutrientes mejorada y favorecer el asentamiento de especies de interés pesquero».
Ecosistema
Por otra parte, este arrecife se puede ajustar a las necesidades de cualquier ecosistema. Para ello, el primer paso es analizar el terreno para determinar las necesidades y carencias del ecosistema elegido. Una vez estudiado, «el diseño del arrecife se adapta a la carencia que quieres cubrir». Es decir, incide aún más el profesor, «si quieres crear un hábitat para determinadas especies, en el arrecife se crean espacios» para que «se sientan cómodas» y puedan servir de cobijo o incluso «para la puesta durante la fase de reproducción».
«Está claro», apunta en conversación telefónica con ABC, «que se está produciendo un descenso en la riqueza de los ecosistemas», por lo que los beneficios de estos arrecifes, que aun se encuentran en fase de estudio, tienen tinte social. Con la implantación del diseño, una vez fabricado, se consigue mejorar la biodiversidad o incluso conservarla, pero también resulta favorable en el plano económico. Lo que se pretende es que mejore la productividad de la pesca artesanal en aquellas zonas «con interés pesquero». «Dentro de esa idea de arrecife artificial de tipo verde hemos incluido la reutilización de materiales como una aplicación clara de economía circular », empieza a explicar Carral. «Digamos que es un beneficio inducido», para el que han utilizado «residuos de la industria conservera y de las depuradoras» para sustituirlos por «otros componentes (del hormigón), como la arena extraída de canteras», dictamina el investigador de la UDC.
Resultan novedosos ya que, aunque no es la primera vez que se implanta un arrecife artificial, antes «se creaban arrecifes que nosotros denominábamos 'de oportunidad', porque daban una segunda vida a objetos como neumáticos, vehículos e incluso buques», apunta. «Nosotros hemos dado un paso más: un arrecife artificial que utiliza materiales propios del medio marino , o que han precedido de él, como es el caso de las conchas, y que además se adapte al ecosistema de una manera tal que se integre casi íntegramente», concluye.
2010, el comienzo
El análisis de este tipo de arrecifes, que ya empiezan a tomar forma, comenzó en el año 2010. Por aquel entonces, cuenta el investigador, ya tuvieron financiación de la Xunta. Ahora, once años después, vuelven a conseguir ayudas, pero por partida doble: tanto de la Consellería do Mar como la de Medio Ambiente. Carral se muestra esperanzado: «El resultado ha gustado mucho» , no solo a la Administración, si no también «a la comunidad científica».
El aspecto logístico ha sido sometido a estudio durante los años que se ha investigado la implantación de estos arrecifes en las rías gallegas. «Hemos desarrollado (para el momento de la instalación en el fondo de las rías) planteamientos muy novedosos, de tipo dron », analiza el investigador. «Podríamos ampliar los estudios en paralelo con la acción principal, que es instalarlos, y esperar a ver cómo se van desarrollando, colonizando las distintas etapas y se van asentando distintas especies».