Galicia
Arranca la sucesión de Feijóo
El PPdeG inicia el proceso que habrá de buscar recambio a su líder, indiscutido tras 16 años, y afronta la duda de si persigue presidente o candidato para 2024
Llegó el momento . Alberto Núñez Feijóo había pedido a los suyos en Galicia que aparcasen el debate de su sucesión hasta resolver el Congreso Nacional del PP en el que él asumiría el control del partido. No solo lo ha hecho, sino que para ello va a necesitar de algunas piezas que hasta ahora fortalecían la estructura del PPdeG , sobre todo la de Miguel Tellado, aupado a vicesecretario general de organización territorial. Pero culminada la cita de Sevilla, hoy es el primero de los días en que el elefante de la sucesión empieza a hacer ruido real en el salón del PP gallego. Va a ser un ruido creciente , que va a arrancar como un susurro sobre una convicción instalada en buena parte de los mandos del partido: Alfonso Rueda es el recambio natural por su condición de vicepresidente primero y por estar al lado de Feijóo desde que este sustituyó a Manuel Fraga en enero de 2006. Pero va a ir ganando en intensidad conforme se introduzca un ingrediente en el debate sucesorio: si lo que se busca es un presidente para los dos años que restan de legislatura o, por el contrario, se apuesta por el mejor candidato posible dentro de dos años, cuando tocaría la cita con las urnas.
Con independencia de qué posición fijen Feijóo y sus más estrechos colaboradores en este debate -que hasta el momento se desconoce-, hay una corriente interna en el partido que, sin anticipar nombres, apuesta por buscar desde ya un candidato , y que este tenga la oportunidad de rodarse y consolidarse los dos años que tiene todavía por delante, para lo que además contará con un equipo de gobierno experimentado, siempre que mantenga a los actuales conselleiros.
Lo que no será
Hay dos escenarios prácticamente descartados. Uno, que se produzca una bicefalia con una persona al frente del partido y otra en la Xunta, como presidente. Principalmente porque el primero, por estatutos, tendría automáticamente garantizada la concurrencia como candidato a las autonómicas , y el inquilino de Monte Pío lo sería de manera interina. Generaría disfunciones y cuestionaría el liderazgo y la ‘auctoritas’ del presidente interino.Y otro, que la persona que compatibilice la responsabilidad de gobierno y partido salga directamente de un ‘dedazo’ de Feijóo o que ocupe la presidencia del PPdeG de manera interina durante los dos años de la legislatura.
En las últimas semanas se ha ido abriendo hueco internamente la posibilidad de que se celebre un congreso extraordinario que elija al sucesor, no como colofón a unas primarias -porque se quiere evitar una confrontación entre candidaturas que pueda debilitar al partido , por las tensiones que genera- sino para consagrar un pacto entre territorios en el que no haya perdedores. Esta posibilidad ha ganado enteros después de que Tellado haya sido ascendido a Génova con una vicesecretaria con un peso específico y que va a exigirle una dedicación considerable. Sus responsabilidades en Galicia se van a ver lógicamente afectadas, lo que presupone que su puesto como secretario general no va a prolongarse en el tiempo, sino que sería sustituido por la persona que para ese puesto elija el próximo presidente, ese que salga del congreso extraordinario que reclaman, al menos, tres provincias.
¿Y cuándo sería ese congreso? Las distintas corrientes del partido coinciden en que lo ideal sería este mismo año, en una fecha lo suficientemente alejada de las elecciones municipales de mayo del próximo año para que no pudiera causar distorsión, en el caso de que el cónclave hiciera aflorar tensiones internas, la eventualidad más temida por Feijóo y Tellado, y que solo revelaría que se anteponen los intereses personales al interés general del partido. Luego están los nombres. A pesar de que Manuel Baltar ha ganado visibilidad en las últimas semanas, incluso revelando hace un tiempo que él habría estado dispuesto a pelear por la presidencia del PPdeG si Feijóo se hubiera ido en 2018, ahora nadie lo sitúa como una opción real, aunque sí como una pieza que puede jugar con la fuerza de su provincia para decantar la balanza hacia uno de las dos figuras en la ecuación: Alfonso Rueda y Diego Calvo .
Ambos guardan un prudente silencio en todo este debate, y la novedad tras Sevilla es que el segundo tiene ahora la presidencia del comité electoral del PP. La respuesta a quién sería el mejor presidente o candidato depende de los criterios que el propio PPdeG establezca para valorar: servicios prestados, capacidad, valoración, resultados electorales, expectativas, ambición... Uno y otro tienen tiempos vitales distintos, dado que Rueda es diez años mayor que Calvo y ya acumula una experiencia de trece años en el gobierno gallego , que en el caso del dirigente coruñés se limitó a un mandato como presidente de la Diputación. Si las tensiones entre uno y otro pudieran no encontrar una solución fácil, el partido maneja incluso la opción de una tercera vía, que fuera respetada por los actuales integrantes del gobierno y de la total confianza de Núñez Feijóo. Esa figura sería Francisco Conde, el vicepresidente segundo, que a pesar de ser de Lugo no personifica a ningún territorio concreto. Sería una alternativa remota, porque por ahora todo apunta a Rueda. Por ahora.
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