Banquete de Conxo
El Árbol del Año de España: historia de Galicia a través de un carballo
El roble del Bosque del Banquete de Conxo ha ganado el premio Árbol del Año de España, pero su trascendencia va más allá de lo botánico: es testigo de un hecho histórico
Testigo de cuatro siglos, el carballo de Conxo (Santiago de Compostela) continúa vigilando, desde sus más de 30 metros de altura, todo lo que ocurre en la ciudad —y todo apunta a que lo seguirá haciendo durante varias generaciones más—. Casi 300 años después de que germinase la semilla desde la que se irguió, este árbol del Bosque del Banquete ha sido declarado Árbol del Año de España 2022 . Ahora, competirá por ser también el de Europa.
¿Qué lo hace tan especial? Teniendo en cuenta que, de hecho, hay varios carballos centenarios incluso en el mismo bosque, y está a varios cientos de años de ser el árbol más viejo de España (el título lo tiene un tejo con 2.000 años, en Jaén), ¿qué posee este roble para hacerlo el más importante del país? « Su historia, su relato cultural» , asegura Henrique Alvarellos, editor, autor del libro ‘Os últimos carballos do Banquete de Conxo’ y el principal culpable de que esta planta tenga tan honorable título nacional. Sí es cierto que es el más antiguo de la carballeira, «se calcula que nace a finales del XVIII, en el siglo de la Ilustración», precisa el escritor.
Gracias a Alvarellos no solo se ha conseguido que el árbol sea candidato a Europa —el Concello de Santiago contactó con él para hacer la defensa—, sino que ahora está abierto al público a raíz de las acciones del editor. Es visitable desde 2018, cuando el Concello, Sergas y el Gobierno se pusieron de acuerto para abrir esta carballeira que estuvo cerrada durante 130 años : pertenecía al hospital psiquiátrico de Conxo, y el bosque era una de las zonas por las que los pacientes podían pasear.
Todavía hay que remontarse al siglo anterior para conocer su historia. O, más bien, la historia que este carballo en cuestión representa. El transcurso del siglo XIX en Galicia estaba siendo de lo más agitado, con grandes olas migratorias a América. A nivel cultural, en cambio, se estaba gestando algo que cambiaría el futuro de la lengua y literatura gallegas para siempre : eran las décadas del ‘Rexurdimento’, y el gallego se revitalizaba como nunca antes lo había hecho. Y a la sombra de estos carballos tuvo lugar un brindis que recogía todo ese espíritu: el famoso Banquete de Conxo.
Aquel 2 de marzo de 1856 «fue muy importante para la defensa de las libertades y valores de la Ilustración», cuenta Alvarellos. Los estudiantes, que eran percibidos como una clase elevada, pusieron la mesa para los obreros y camareros en señal de fraternidad y unión. Estaban sirviendo platos y copas Aurelio Aguirre o Eduardo Pondal , e incluso se especula con la presencia de Rosalía de Castro, aunque ella tiene su propia historia con esta carballeira.
Eran «estudiantes muy activos que defendían los ideales de la Revolución Francesa, la igualdad, fraternidad y libertad », incluso llegando a gritar la consigna a la mesa. Concretamente, durante la Segunda Revolución de Francia hubo «banquetes democráticos» en París, y precisamente de ahí habrían cogido la idea este grupo de intelectuales nacionalistas e izquierdistas.
Este árbol puede tener un inmenso valor botánico, pero mil veces superior es su valor cultural: «es el último testigo vivo de aquel acontecimiento», sentencia Alvarellos. «Alzad, ¡oh pueblos!, un pendón de guerra, y el infante, y el joven y el anciano, seguidlo si hay valor en vuestros pechos, y haced prevalecer vuestros derechos» brindaba el poeta romántico Aurelio Aguirre bajo las copas de los árboles. Por eso este carballo «tiene mucha importancia también a nivel europeo en la defensa de la democracia y libertad», asegura el escritor, que lo posiciona como fuerte candidato para hacerse con el reconocimiento.
La defensa de Rosalía
Además de ser, posiblemente, la poetisa más importante de Galicia, Rosalía de Castro fue una de las primeras voces ecologistas . «Defendió esta carballeira cuando la Iglesia decidió vender 500 carballos alrededor de 1880», y las sierras cortaban sus troncos, dejando al bosque sin su frondosidad. Publicó varios poemas, señala Henrique Alvarellos, criticando esa pequeña deforestación compostelana en el libro ‘En las orillas del Sar’. En ‘Los robles’, la poetisa lamentaba en referencia a esta arboleda: ‘Bajo el hacha implacable, ¡cuan presto/ En tierra cayeron/Encinas y robles!’.
‘El primer loco’ —que se llamaba así porque ya se sabía que se iba a hacer el manicomio—, es la primera novela de la autora y está totalmente ambientada «en este bosque de Conxo». Con esta obra, «hizo una de las primeras proclamas ecologistas de España , en la que un bosque es el protagonista de una novela».
El misterioso bosque
En el imaginario popular del gallegismo siempre estuvo presente la celebración de este banquete en el bosque, pero no se conocía su ubicación exacta. Fue, precisamente, Henrique Alvarellos quien dio con ella, medio en casualidad, cuando visitaba la zona: «visitaba la zona con un botánico y le pregunté si alguno de esos carballos podría tener 150 años ». En efecto, así es: tras varias mediciones y tasaciones, los expertos llegaron a la conclusión de que varios de ellos incluso tendrían más tiempo.
El estudio lo completaron infinidad de investigaciones literarias, y a pesar de que «no se puede saber en qué zona exacta de la carballeira» pusieron la mesa Pondal y sus colegas, sí se puede suponer el área aproximada: allí, en 2018 y 2019, se celebró la romería Festa do Banquete en memoria al histórico suceso de Conxo .
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