Alberto Varela - Crónicas Atlánticas
Aprender de la familia
Más que estabilizado, el PSdeG necesita ser armonizado. El votante merece saber si miran hacia el centro o hacia la izquierda
Esta semana Abel Caballero definía a su sobrino y hasta ahora rival Gonzalo como el gran político que va a estabilizar el Partido Socialista. Como si fuese tan fácil la cosa. En primer lugar, más que estabilizado el PSdG necesita ser armonizado. El votante merece saber si miran hacia el centro o hacia la izquierda, y si están con o contra las Mareas. Un ejemplo: en Santiago critican al alcalde, pero con el voto le permiten sacar adelante el presupuesto sin despeinarse, y no parece que Caballero Jr vaya a imponer una postura única que aclare a dónde van.
El deseo de recuperar voto joven huido a la órbita de Podemos les está llevando a una indefinición constante que afecta seriamente al discurso y a su credibilidad. Y lo más grave es que aunque muchos tienen clara la idea de país o el modelo económico que defienden no se atreven a decirlo en público no vaya a ser que algún estudiante universitario con pájaros en la cabeza deje de votarles por no ser suficientemente revolucionarios.
Y atención, porque el grado de despiste podría ir a más si a la amenaza de las Mareas se suma la de Ciudadanos. En otras comunidades los de Albert Rivera pescan tanto de la derecha como de la izquierda y como sigan al alza en intención de voto a ver cómo hacen en el PSdG para parecer a la vez de izquierda, de centro y liberales, alejados del PP pero sin situarse demasiado a la izquierda. Todos a bailar la Yenka. En tiempos revueltos es fácil vender un producto nuevo, basta con echar la culpa de todo lo malo a los que estaban antes. Es lógico que los socialistas le vean las orejas al lobo, pero la indefinición nunca es la solución.
Volviendo a Abel Caballero, se le pueden echar muchas cosas en cara, pero no se le puede decir que no tenga claro lo que quiere. Los líderes dubitativos duran dos telediarios, y él lo sabe. El mejor consejo para su sobrino podría ser su ejemplo. Otra cosa es que lo quiera tomar.
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