Aparece una olla con huesos en un castro de Larouco, un hallazgo sin precedentes en Galicia

Aunque «el lugar ya fuera conocido por los habitantes de la zona», los recientes trabajos arqueológicos realizados en el Castrillón (en Larouco, Orense), que ahora se sabe que fue un poblado castreño hace 2.000 años, han supuesto una pequeña revolución en la manera en la que se creía que habitaban las personas en Galicia hace dos milenios.

Poco o nada se sabía de este poblado hasta antes de octubre de 2020, cuando la cooperativa Xeitura se ponía manos a la obra por primera vez para hacer una intervención en el terreno. La misión por aquel entonces era descubrir de qué se trataba:«no sabíamos qué tipo de yacimiento era, si estábamos delante de un poblado fortificado, si era un castro...», relata Martiño Vázquez, arqueólogo y director del proyecto de Larouco. Entonces, dieron el año pasado con una cabaña , y en ella un pedazo de carbón que, al analizarlo, pudieron concluir que el castro tenía «entre 2.000 y 2.100 años».

Pero este otoño volvieron a salir a excavar, y descubrieron algo todavía más relevante. Se encontraron con una olla dentro de la propia cabaña, pero no a simple vista, sino que estaba enterrada en el suelo de la construcción. Además, « hay restos óseos en esa olla », según los resultados de las analíticas que todavía están realizando. Tras este hallazgo, desde el equipo arqueológico barajan dos posibles hipótesis.

La primera de ellas sería «un enterramiento infantil»: aunque en Galicia «no fuera muy habitual esta práctica, en la meseta sí es normal encontrar enterramientos de niños dentro de las casas », explica Martiño. No hay que irse muy lejos para encontrar una comparación, pues «es parecido a lo que pasa hoy en día con el cristianismo»: «Si no te bautizas quedas en el limbo, pues en el castro seguías formando parte de la casa», y por eso se habrían enterrado los huesos debajo del pavimento. Con todo, esta línea de investigación no es necesariamente más probable que la segunda hipótesis que manejan desde Xeitura.

Puede « tratarse de un objeto fundacional ». «Como cuando nosotros hacemos una casa o se hace una construcción pública relevante», que se entierran objetos o los políticos ponen la primera piedra. Sería un depósito de ese tipo, y los huesos, cuenta Vázquez, podrían ser de animal. En este caso, el motivo de encontrarlos ahí sería una especie de ofrenda simbólica que los habitantes del castro de Larouco habrían hecho.

Cualquiera de las dos opciones serían «excepcionales, porque en el mundo de los castros en Galicia no son para nada habituales este tipo de elementos». «La existencia de esta olla, si finalmente se confirma como enterramiento infantil, es algo muy propio de la meseta », y podría estar apuntando a que la realidad cultural de los castros de la zona de Valdeorras al final tiene mucho más que ver con el interior que con una cultura gallega castreña. Según explica el arqueólogo, el poblado de Larouco no guarda muchas similitudes con, por ejemplo, los de las Rías Baixas. Incluso el propio sistema defensivo de el Castrillón apunta en esa dirección, con elementos «no muy propios ni de las Rías Baixas ni de Lugo o La Coruña», mientras que en los castros «meridionales sí aparecen».

Por otra parte, todo parece indicar que los romanos nunca lograron llegar al castro de Larouco: « No hay ni un solo elemento» romano en el yacimiento , y todo parece indicar que solo hubo un nivel de ocupación. Lo más probable es que el propio centro de Larouco sí se desarrollara a partir de la conquista.