Galicia
El alquiler se seguirá encareciendo en las ciudades un 4% en la primera parte del año
En el caso de la compra de vivienda nueva, la escalada de precios será del 10%
El cambio de año no aliviará las tensiones que el mercado del alquiler sufre en las principales ciudades gallegas, donde los precios llevan meses en escalada. Al contrario, las previsiones apuntan a un encarecimiento de los arrendamientos que solo en los primeros seis meses del año 2022 llegará al 4 por ciento. El dato lo aporta la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias, que señala como uno de los principales problemas del sector de cara al período que arranca el encarecimiento del alquiler en ciudades como Vigo y La Coruña, las «más tensionadas en precios y con oferta menguante». Con una media en el caso de la Comunidad gallega de 544 euros para una vivienda de 80 metros cuadrados , en las principales urbes el presupuesto a la hora de alquilar casa se dispara hasta los 700 de Vigo, los 624 de La Coruña o los 576 de la capital gallega.
A esta subida se une la falta de oferta , que deja la bolsa de viviendas prácticamente vacía en los principales núcleos de población. El salto a los alojamientos turísticos, las casas desocupadas y la escasa construcción explican un problema que va a más y que afecta sobre todo a los sectores de población más joven, sin salidas a la hora de emanciparse. Ellos, los menores de 35 , serán para la Fegeim los protagonistas del mercado inmobiliario de este año. Se trata, subrayan, «de los que hasta ahora se han visto más afectados para poder acceder a una vivienda y que serán los más perjudicados en un mercado excluyente para el 88 por ciento de los menores de 35 años de poder poseer una vivienda en propiedad». Las dificultades para acceder a un alquiler razonable se multiplican en el caso de encontrar una vivienda que comprar. Los costes de construcción, el alza de precios, la escasez y el encarecimiento de las materias primas son factores que complican una transacción que pone el foco en las viviendas de segunda mano, las más demandadas en el escenario actual.
Atendiendo a las previsiones de la Fegeim, durante el año que empieza las ventas de viviendas de segunda mano en Galicia se impondrán en más de un 72 por ciento de los casos a las de obra nueva. Este fenómeno inmobilario será consecuencia «de la reducción del stock inmobiliario y de un incipiente auge de nuevas promociones , así como de la inseguridad jurídica ante la falta de planes generales en importantes núcleos de población, como por ejemplo Vigo que aún tardará dos años en tener un plan general aprobado de manera definitiva, u Orense que ni siquiera lo tiene aún» explican los expertos del sector. Traducido a cifras, el precio medio de una vivienda en Galicia en 2021 (116.000 euros para una casa de 80 metros cuadrados; 168.000 en el caso de Vigo ; 164.000 en La Coruña; 140.000 en Santiago) crecerá con el paso de los meses. Sobre lo que se busca en la Comunidad, los pisos de dos o tres habitaciones son lo más demandado, tanto en régimen de alquiler como a la hora de realizar una adquisición.
Sobre el estado de las viviendas existentes en Galicia, casi la mitad de ellas tienen entre 20 y 49 años (510.000 casas) y solo un 2 por ciento (20.000) han sido construidas en los diez últimos años. Además, hay un 35 por ciento de domicilios (372.000) que tienen más de medio siglo de existencia, lo que conecta con el alto número de viviendas desocupadas (330.000) que se localizan en la Comunidad y que, para la Fegeim, deben movilizarse para activar el mercado y dar respuesta a las carencias actuales.
«Debemos saber adaptarnos al nuevo escenario que se produce con un marco sanitario aún complejo y con la espada de Damocles que es la nueva ley estatal de vivienda y la inseguridad que deriva la misma al mercado de la vivienda» explica el presidente de la Fegeim, Benito Iglesias. El portavoz apuesta por los fondos Next Generation (6 .820 millones de euros en el periodo 2021-2023 de los que 3.420 irán destinados a la rehabilitación ) para solventar las demandas de un sector nunca ajeno a la crisis sociales.