Alfonso Marnotes - Portavoz municipal del PP de Vigo
El silencio culpable de Silva
Se está haciendo un esfuerzo para que nadie responda a la pregunta clave: ¿Quién ordenó la contratación?
La presidenta de la Diputación de Pontevedra vulneró un derecho fundamental, el de participación política, al negarse a celebrar el pleno para dirimir las responsabilidades políticas que se derivan del enchufe de su cuñada. La resolución judicial que le obliga a convocarlo así lo indica y con ello señala la puerta de salida a la señora Silva, por infringir la Constitución e incumplir de manera grosera su obligación de garantizar el funcionamiento democrático de la institución que preside. Flagrante fracaso el de la presidenta provincial que no escatima esfuerzos en negar el debate de la contratación ilegal de su familiar, que estuvo 5 años cobrando de las arcas viguesas (108.000 euros) sin acudir a su puesto de trabajo. Un asunto de difícil defensa, que concluyó con la condena por prevaricación, malversación y falsedad de un funcionario municipal y el gerente de la contrata. Ambos declararon no conocer a la cuñada de Silva ni recordar quién les dio la orden de hacerlo.
«Bochornoso» es que la presidenta de la Diputación siga sin dar explicaciones públicas sobre este caso. Porque quien nada tiene que ocultar, nada tiene que callar. A tenor de los hechos que luego se han ido sucediendo resulta evidente que todo este silencio no es casual. Primero con la petición de indulto del funcionario, solicitada a un Gobierno socialista declarando su militancia al PSOE. Y luego, para evitar su entrada en prisión, con una campaña de recogida de apoyos entre los responsables de entidades de la ciudad. Algunos de ellos llegaron a admitir, como publicó ABC, haber sido coaccionados para firmar un folio en blanco.
El segundo condenado, responsable de la contrata municipal, no sale peor parado, ya que va a ser blindando hasta su jubilación con un sueldo de más de 90.000 euros. En connivencia con el Gobierno local y bajo el subterfugio de cesarlo en sus responsabilidades de gerencia, haciéndolo pasar por un mero encargado de mantenimiento. Demasiadas preguntas sin respuesta que hacen que el silencio de Silva suene a culpabilidad. Si hay algo que es clamoroso es el esfuerzo titánico que se está haciendo para que ninguno de los implicados responda a la pregunta más importante: ¿Quién ordenó la contratación de la cuñada de Carmela Silva? Y por eso, cuanto más se trata de impedir el debate, cuanto más tiempo pasa sin que se dé respuestas, más se aviva la sospecha del interés de la señora Carmela Silva en que esta X no se despeje jamás. No les quepa la más mínima duda de que el Gobierno acabará cediendo al indulto por la cuenta que le trae a la presidenta provincial.