CRISIS INDUSTRIAL
Alcoa no da marcha atrás y abrirá el proceso de despidos en San Cibrao
La multinacional traslada a la plantilla su intención de empezar las consultas formales a partir del 25 de junio
Ni las protestas de los trabajadores, ni las llamadas de los Gobiernos central y autonómico para que recapacite han hecho variar la postura de Alcoa. Representantes de la multinacional estadounidense se reúnen esta mañana con los trabajadores en un restaurante de Lugo, el mismo emplazamiento en el que hace ya casi tres semanas les comunicaban su intención de despedir a 534 trabajadores de la planta de San Cibrao, el 85% de la plantilla. Ahora Alcoa les ha confirmado sus peores temores. La empresa abrirá el próximo 25 de junio el proceso formal de consulta para ejecutar los despidos . Hoy estaba prevista una nueva reunión a la que los representantes de la plantilla ya ni acudirán.
El 28 de mayo, Alcoa anunció su intención de paralizar la producción de aluminio primario en la factoría de la Mariña lucense, la última que queda en España para fabricar este material. Comunicó un periodo informal de tres semanas en la que se entablarían conversaciones con los trabajadores, que finaliza esta semana. En una nota, la multinacional informa que seguirá adelante con sus planes. «Alcoa anunció hoy su intención de iniciar el 25 de junio un proceso formal de consulta para el despido colectivo en sus instalaciones de aluminio en San Cibrao (Lugo)», asegura. Desde hoy y hasta el 25 de junio, Alcoa continuará las consultas con los representantes de los trabajadores durante una semana más, la cuarta, «para informarles de las graves circunstancias y de la situación insostenible por la que atraviesa la planta de aluminio», subraya la multinacional. Pero el comité de empresa asegura que «no tiene sentido» acudir a ninguna cita más, explica el presidente, José Antonio Zan. La plantilla cree que la compañía no tiene ninguna intención de dar marcha atrás y seguir apostando por la factoría de A Mariña.
Alcoa justifica los despidos por las pérdidas que ha acarreado la producción de aluminio en los últimos años y la previsión de que en 2020 alcanzarán los 54 millones de euros. La empresa las explica por la carestía de la factura eléctrica, que puede llegar a suponer el 40% de los costes de producción y por «la sobrecapacidad global del mercado del aluminio» con China produciendo el 60% del total de la oferta y tirando hacia la baja los precios.
Los representantes de los trabajadores tienen ahora un plazo de siete días para designar a los miembros de la comisión representativa que participarán en las negociaciones del período de consulta formal, que durará 30 días. Alcoa asegura que «no se adoptará ninguna decisión final hasta que se complete el proceso de consulta formal».
El complejo industrial de Alcoa en San Cibrao incluye una planta de aluminio y una refinería de alúmina. La compañía prevé una reestructuración de la planta de aluminio que continuaría operando una parte de la fundición. La producción en la refinería de alúmina no se ve afectada por el proceso.
El comité explica que seguirán con las movilizaciones para intentar defender los puestos de trabajo y ya preparan nuevas acciones. Su presidente, José Antonio Zan, se mostró muy crítico con el papel que está desarrollando el Gobierno central en el proceso. Tras conocerse la intención de acometer despidos en San Cibrao, el presidente Pedro Sánchez aseguró que estaban buscando un nuevo inversor para la planta. «Yo creo que Alcoa no quiere vender. Hace ya más de un año el Gobierno prometió que iba a poner el megavatio a menos de 40 euros y no ha cumplido», indica Zan. Tanto la Xunta como los trabajadores creen que si no se rebaja la factura eléctrica no habrá futuro para la producción de aluminio en España. Los trabajadores han solicitado que la factoría sea intervenida por el Estado. Pero tras la primera mesa de Alcoa celebrada la semana pasada no tienen demasiadas esperanzas. «No nos respondieron nada, si no ponen precios competitivos, quiere decir que no quieren industria», censura el presidente del comité. En el encuentro, recuerda, el secretario general de Industria, Raúl Blanco, prometió poner encima de la mesa este martes 200 millones de euros para el fondo de garantía que avale los contratos bilaterales entre empresas y compañías eléctricas. Pero el plazo ha pasado sin que se haya materializado la promesa. «No cumplen nada de lo que dicen», censura Zan. El Ejecutivo continúa también sin aprobar el estatuto para los consumidores electrointensivos, pese a que también se había comprometido a tenerlo listo en 15 días.
Tras reunirse el martes con los representantes sindicales de la factoría, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, volvió a insistir en que lo más urgente es convocar cuanto antes la subasta de interrumpibilidad. «Desconocemos el precio de la energía para el segundo semestre para la empresa que más consume», lamentó Feijóo. El presidente explicó que ya ha dado el visto bueno a una carta «muy seria» que dirigirá a las ministras de Industria y Transición Ecológica solicitando la convocatoria. «Si el Gobierno sigue sin sacar el paquete de interrumpibilidad, es evidente que sentencia definitivamente a Alcoa. Alcoa no puede operar, nunca operó, ni cuando era pública, ni ahora que está privatizada desde hace décadas, con un precio de la tarifa eléctrica como opera un domicilio particular», advirtió Feijóo. Si Alcoa «no tiene gestos» concretos en relación a hacer viable el precio de la energía, se le está «poniendo muy fácil» para seguir adelante con los despidos, censuró. «Y creo que no hay que ponérselo fácil, hay que ponérselo difícil», defendió el presidente autonómico.
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