INDUSTRIA
Alcoa insiste en que sólo venderá si baja el precio de la electricidad
Si el Gobierno no puede garantizarlo está dispuesta a ceder la planta a la SEPI
Mañana a las dos de la tarde, los trabajadores de Alcoa retomarán la huelga . Como la fábrica no puede pararse sin causar daños irreparables, impedirán la salida del aluminio de la planta de San Cibrao. El pasado miércoles decidían en asamblea acabar con la paz social abierta para facilitar las negociaciones del proceso de venta, que consideran rotas. La multinacional estadounidense del aluminio insistió esta tarde en culpar al Gobierno central de la situación. A través de un comunicado, Alcoa insiste que es necesario contar con un precio de la electricidad estable antes de ceder la factoría a otra empresa. En caso de que el Ejecutivo de Sánchez, no pueda garantizarlo se muestra dispuesta a traspasar la planta a manos públicas a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
«Incluso con los precios del aluminio en máximos de 10 años, la planta de aluminio de San Cibrao sigue siendo inviable debido al precio de la electricidad» manifestó Tim Reyes, vicepresidente ejecutivo y director comercial global de Alcoa. Según indica la multinacional, Reyes aseveró que «nos comprometemos a seguir adelante con la transferencia de la planta a un tercero, pero primero debe resolverse el marco energético». Una vez que el Ejecutivo de Sánchez borró a la SEPI de la ecuación de venta, Alcoa ya había marcado sus condiciones. Daba al Gobierno un año para solucionar la rebaja de la electricidad para poder abordar después una venta directa a alguno de los inversores que han mostrado interés. Alcoa insiste también en los mismos motivos que le llevaron a anunciar el cierre de la planta. La multinacional indica que paga un precio medio anual de en torno a 95 euros por megavatio/hora, «más del triple de lo que paga la compañía en cualquier otra planta de aluminio del mundo».
«Lo que contribuiría a la solución no es una huelga , que tiene un impacto negativo para el futuro de las plantas de alúmina y de aluminio, sino una verdadera solución del gobierno al problema de la energía eléctrica», apuntó Tim Reyes. «Alcoa se vio obligada a vender en su momento por la fuerza y la presión social», justificó esta semana el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, la decisión de romper la paz social. Los trabajadores creen que Alcoa está esperando la decisión del Supremo tras la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que consideró nulo el ERE mediante el que pretendía despedir a 524 empleados. Si el TS falla a favor de la multinacional podría ejecutarlo y cerrar la factoría. También denuncian que Alcoa nunca tuvo intención real de vender las instalaciones a un competidor. La empresa insiste en que se necesita una rebaja del precio de la luz «con el fin de evitar los posibles riesgos para la compañía y para los trabajadores que conlleva desinvertir una planta inviable».
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