Alberto Varela - Crónicas Atlánticas
Rumbo fijo
Para la prensa es mucho más divertido un Touriño-Quintana o un Pedro-Pablo peleando por el protagonismo
Hay quien pone en duda el valor de la estabilidad. Según algunas teorías políticas daquela maneira resulta positivo que los representantes de los ciudadanos tengan que negociar , llegar a acuerdos y hablar entre sí para sacar adelante los asuntos públicos. Juan Pueblo que espere, que ellos tienen que repartir despachos.
Es cierto que para la prensa es mucho más divertido un Touriño-Quintana o un Pedro-Pablo peleando por el protagonismo que un Alberto Núñez Feijóo con rumbo claro y con un idea fija de a dónde quiere que vaya Galicia. Puede ser que el presidente de la Xunta esté equivocado, o que no satisfaga todas las sensibilidades, pero con dirección constante lo que es indudable es que va a llegar a algún sitio.
Y de hecho ya lo hace. Para la economía —¡Qué importante son los cartiños!— un gobierno que no da bandazos acaba recogiendo el fruto de lo sembrado. No da grandes titulares, pero poco a poco arregla las cosas. Esta semana conocíamos la previsión de que Galicia va a ser la comunidad que más empleo cree en verano y celebrábamos también que estamos a la cabeza de España en la subida del PIB per cápita. Las exportaciones siguen yendo bien y las grandes empresas se preparan para los retos de la próxima década. ¿Casualidad? Parece improbable. Un gobierno autonómico no debe presumir de que el tejido empresarial progrese, el mérito es de los propios emprendedores, pero sí se le puede reprochar que torpedee el crecimiento del sector privado, o que no regule el marco que necesita el libre mercado para que la economía prospere.
La política económica de Núñez Feijóo puede gustar más o menos, pero está siendo efectiva. El PPdG ha huido de dogmatismos y ha ido a lo práctico . Planifica y va ejecutando hasta que se consiguen resultados. Fomenta la formación, si algo falla se cambia y si se estropea se arregla, y muy importante: son críticos con las decisiones lesivas del Gobierno Central sea del color que sea. La fórmula es sencilla y hasta ahora los electores han agradecido la estabilidad, veremos si lo siguen haciendo.