Alberto Varela - Crónicas atlánticas
Prioridades en tiempos del coronavirus
El confinamiento es duro, pero si es el precio a pagar por evitar el colapso del sistema sanitario, bienvenido sea
El coronavirus es cruel. Aísla a quien se infecta y a la preocupación por la evolución de los síntomas se suma la angustia por no poder tener cerca a las personas queridas. Por eso se agradecen tanto iniciativas como la que hemos visto esta semana en el hospital de Santiago: videollamadas entre pacientes y sus hijos . Qué importante es la comunicación virtual cuando está prohibido el contacto físico.
Nos ha emocionado el caso de Manuela, que saluda a su hija desde su habitación hospitalaria. «Me encuentro muy bien, sigo con la fatiga, pero estoy bien» . Antes de cortar la conexión, por cierto, hace un gesto muy maternal y le dice a su hija: «Te veo cara de cansada, nena».
El caso de Manuela es uno entre miles. Y qué me dicen de los que tienen que estar aislados en casa, combinando el temor a empeorar con el de contagiar a las personas cercanas . Estamos viendo casos de gente que vive sola y cuyo único contacto con el mundo es el hermano o el amigo que una vez a la semana le deja las bolsas de la compra en la puerta y le recoge la basura. Inimaginable hace nada.
Cómo ha cambiado nuestra vida en tan poco tiempo. De estar preocupados por lo externo y por cosas que no importan apenas, esta crisis nos ha centrado en lo esencial . Las personas que queremos, las necesidades básicas.
De esta vamos a salir, el verdadero potencial del ser humano se ve en la adversidad. Cuando las cosas van bien corremos el riesgo de aborregarnos, volvernos caprichosos y protestones. Crisis como esta del coronavirus son un verdadero test de estrés no sólo para nuestro sistema sanitario sino también para nuestro modo de vida.
El confinamiento es duro, pero si es el precio que tenemos que pagar por evitar el colapso del sistema sanitario y para reducir el número y víctimas bienvenido sea. ¿Y cuando todo termine? Pues el objetivo va a ser claro; hay que reorganizar el gasto público . Lo importante es lo importante y no nos va a quedar otra que priorizar.