Cuestiones del litoral

Dicen que la cabra tira siempre al monte y lo estamos viendo con el empeño del Gobierno de sacar las empresas de la costa. No lo quieren hacer a patadas para evitar un levantamiento popular , pero lo deslizan siempre que tienen ocasión. Nada de industria en el litoral, todos a vivir del aire.

Al grano: hace meses ya ocurrió con el reglamento de la Ley de Costas. Conserveras y depuradoras empezaron a recibir apercibimientos para que se fuesen de la línea de costa. El Gobierno dio finalmente marcha atrás, pero estos días, en medio de la crisis del coronavirus, han vuelto a saltar las alarmas con un proyecto de Ley de Cambio Climático que limita a 50 años la presencia de factorías en el litoral. Outra vez a vaca no millo.

Si no hay rectificación podríamos ver en los próximos años una cascada de cierres de conserveras, depuradoras de marisco y empresas del ámbito pesquero a las que no les queda otra que estar al lado del mar.

Los sectores afectados han puesto el grito en el cielo y no sería raro que el PSOE llame a la tranquilidad porque es solo un proyecto, pero en el fondo de toda esta polémica emerge el profundo desconocimiento de Galicia que está mostrando el Ejecutivo central.

Cierto es que España tiene mil realidades diferentes y que se nos puede escapar alguna cuando intentamos legislar con carácter general, pero es curioso que siempre quedemos fuera los mismos . Y ojo, que no hablamos del legendario centralismo de Castilla –las reclamaciones poéticas de Rosalía y Pondal se han quedado anticuadas– porque ahora es el eje mediterráneo el que marca la norma, y los demás a aguantarnos.

Los gallegos somos los primeros que queremos una costa limpia y con un ecosistema sano, entre otras cosas porque nos va la economía y los puestos de trabajo en ello. Pero con conserveras y cocederos de marisco. Las rías producen y es esencial que transformemos y preparemos también nosotros el pescado y el marisco antes de llevarlo al mercado. Mejorar la costa sí, pero con industria.