EL PPDEG
Puy ahonda en la división de la izquierda y reivindica la senda reformista del PPdeG
El portavoz del PPdeG en la Cámara destaca la «estabilidad» del Gobierno gallego y repasa los problemas internos del PSdeG, En Marea y el BNG

«Ser reformistas nos hace un poco aburridos» confesó este martes Pedro Puy con una mezcla de orgullo y resignación. Orgullo por la senda de proyectos que a su entender está llevando a cabo la Xunta desde 2009 y que, como mínimo, ocupará al Gobierno de Feijóo hasta el final de la década. Y resignación al contemplar el deslumbramiento que provoca en la izquierda los «sueños utópicos» que rara vez se hacen realidad. Partidos como el PSdeG, En Marea y el BNG a los que el portavoz de los populares en O Hórreo dedicó parte de su discurso, haciendo hincapié en sus problemas internos y el valor añadido que a su lado supone la «estabilidad» de la Xunta .
Puy hizo referencia al «cambio político significativo» que supuso la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa. Y estructuró la novedad en cuatro partes. Primero, por ser la primera vez que accede al poder en Madrid un partido que no encabeza el grupo mayoritario en el Congreso; segundo, por no detallar su programa de gobierno; tercero, por apoyarse en formaciones que promueven la «subversión del orden constitucional» y cuarto -en clave autonómica- porque el PSdeG no aprovechó el viento de cola de la moción de censura facilitando la entrada de su secretario xeral, Gonzalo Caballero, en el Parlamento.
Tomada la medida a los socialistas, el popular incidió en la construcción «sin mucho éxito» del espacio de En Marea , a la luz de los muchos candidatos que se presentan a sus procesos internos y la premisa aceptada por parte de muchos gallegos, que ven en «la democracia asamblearia a un modelo menos operativo que la democracia representativa». Incluso saltó a la palestra del caso de la diputada Paula Quinteiro, en el que Puy recurrió a su faceta más irónica para expresar su comprensión hacia Villares por «lo que cuesta cesar a un diputado».
Y palos también para el BNG. El frente , agregó el responsable del PPdeG en la Cámara, sigue ofreciendo «las mismas propuestas» que en 1977 : las mismas «bases constitucionales» de tinte nacionalistas, el mismo concierto económico que lastraría a Galicia en más de 9.000 millones, o la misma tarifa eléctrica propia que estudió el Parlamento, y que rechazó por un riesgo de déficit de 160 millones anuales.
Así, Puy alertó de los «síntomas de cierta desaceleración» que comienza a dar la economía gallega y española -a consecuencia de las guerras proteccionistas destapadas por Trump o la subida del precio del combustible- y denunció que para combatirlo no ayudan ni la dificultad de muchos municipios para aprobar sus presupuestos ni la «sucesión de declaraciones contradictorias» de los ministros de Sánchez . De hecho, la Xunta sigue a la espera del retorno de los 198 millones del IVA retenidos por Hacienda, a cuya devolución se comprometió la ministra Montero.
El PP, mientras, sigue dando sostén en el Parlamento a un presidente «que quiere seguir cambiando el país» y otorgando relativa importancia a críticas como las brotaron con la llegada de «A derradeira leición do mestre» a la Comunidad. Algunas despetaron la indignación de los parlamentarios del partido, admitió Puy, pues en algunos casos los diputados contaban familiares asesinados a manos de la dictadura.