Cajas gallegas

El agujero de 9.000 millones por el que (aún) nadie pagó

La antigua cúpula de Novacaixagalicia ingresaba este lunes en prisión sin que se hayan depurado responsabilidades sobre una gestión con algunas sombras

Dos personas salen de una oficina de la ya extinta Novacaixagalicia EFE

E. P. RODRÍGUEZ-SOMOZA

El rescate bancario de Novacaixagalicia costó al erario público 8.532 millones euros, recibidos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), a los que se suman los 626 del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). En total, 9.159 millones por los que nadie ha respondido hasta el momento . Unos abultados números rojos que encuentran su explicación en la burbuja inmobiliaria y en la crisis de las empresas, tal y como apuntan a este diario dos reconocidos economistas gallegos, Antonio Grandío y Venancio Salcines . Ambos coinciden en que más allá de acciones punibles desde el punto de vista penal, en las que no entran, lo que falló en la gestión de las cajas gallegas fue «un modelo de negocio concentrado en el ladrillo y el promotor».

«Las cajas tuvieron que hacer fuertes dotaciones derivadas de los impagos de promotores y empresas»

ANTONIO GRANDÍO CATEDRÁTICO DE ECONOMÍA APLICADA EN LA UDC

De su misma opinión, Salcines señala a la búsqueda, «exagerada», de las entidades de ahorro de clientes fuera de su ámbito natural de actuación. Jugaron a promociones muy grandes con el objetivo de lograr importantes lotes de hipotecas y cuando el cliente, el promotor, abandona un negocio que está financiado al 100 por cien, el fracaso de la operación recae en el balance», señala, para justificar que varias de estas actuaciones fallidas son las que explican el hondo agujero que dejó Novacaixagalicia antes de su venta. La inestabilidad del mercado inmobiliario obligó a muchas de las entidades de ahorro a dotar un elevado volumen de provisiones para poder así responder a las contingencias derivadas de la crisis.

«Un modelo fallido»

En este sentido, el profesor de Economía en la Universidad de La Coruña insiste en que «falló el modelo de negocio» . «Las cajas intentaron replicar el modelo de La Caixa, que invirtió en el exterior, pero antes de que estallara la crisis y por eso no se vio afectada. El resto de entidades de ahorro se lanzaron a captar clientes fuera y crecieron en deuda en lugar de en depósitos», apunta. Frente a ello, nombra a algunas como Unicaja, Ibercaja o Caja Astur que siguieron ejerciendo la banca de cercanía y «no tuvieron problemas». Otro de los ejemplos que cita como referente de gestión es el de Caixa Rural Galega.

Las quiebras de familias y empresas también pesaron en los resultados en negativo de las cajas, como anota Grandío. «El sector público si no puede pagar refinancia, las familias suelen pagar al final, pero fueron muchas las empresas que desaparecieron durante los años más duros de las crisis», señala, para mencionar el caso específico de Pescanova, una de las muchas concursadas, y de la que Novacaixagalicia era su principal acreedor.

«Jugaron a promociones muy grandes para hacerse con importantes lotes de hipotecas en el exterior»

VENANCIO SALCINES PROFESOR DE ECONOMÍA EN LA UDC

Con la perspectiva del tiempo y preguntados ambos por si hubieran podido sobrevivir las cajas en solitario, la respuesta es inequívoca: «Con lo que sabemos a día de hoy cualquiera de las fórmulas que se planteó entonces era inviable», apunta Grandío. A este respecto, Salcines prefiere fijarse en el resultado final: « Después de todo no ha salido tan mal, tenemos una entidad propia, Abanca , que a todas luces es gallega». En todo caso y como nota positiva, Grandío recuerda que «también se hicieron importantes operaciones de éxito».

Lo cierto es que, mientras que no haya noticias en otro sentido, la única actuación reprobable por el momento a ojos de la justicia son las pensiones millonarias que varios exdirectivos se embolsaron pese a la difícil situación que atravesaba la entidad. Cuando firmaron los nuevos contratos de alta dirección, ya había recibido el respaldo de 1.162 millones de dinero público. Indemnizaciones por valor de 19 millones de euros antes de su salida en 2012 que han dado con los huesos en prisión de la antigua cúpula de Novacaixagalicia , en aplicación de sentencia dictada por la Audiencia Nacional en octubre de 2015. El tribunal ordenaba este lunes el ingreso inmediato en prisión de José Luis Pego, Óscar Rodríguez Estrada y Gregorio Gorriarán, así como del expresidente Julio Fernández Gayoso y el asesor laboral de la entidad Ricardo Pradas como cooperadores.

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