Abusa de la hija de unos amigos haciéndole creer que la ayuda a ser modelo

Conoció a la menor por ser hija de unos conocidos con los que trabó una relación casi familiar y, bajo el pretexto inicial de ayudar a la chica a ser modelo, ejerció abusos sexuales por espacio de dos años contra ella , requiriéndole fotos íntimas o llevándola a su oficina para masturbarse, actos por los que después entregaba pequeñas cantidades de dinero. Hechos similares se repitieron después con una amiga de la menor, a la que el procesado conoció al inicio del curso escolar 2016-2017. La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede Vigo, juzga este martes al acusado, que se enfrenta a una petición de pena de seis años de prisión por abusos sexuales continuados, seguidos de seis años de libertad vigilada y diez de inhabilitación para profesión o oficio que conlleve contacto regular y directo con menores. Adicionalmente, se solicta una pena de dos años de cárcel en relación al hallazgo en su oficina de un bastón metálico con mecanismo de disparo en su interior —«un bastón pistola en buen estado de conservación y un funcionamiento defectuoso porque la aguja percutora a veces se queda retenida en su alojamiento», expone la Fiscalía— y de 34 cartuchos aptos para ser disparados.

Todo empezó en el verano de 2014. El acusado, que mantenía entonces con la familia de la menor una relación constante, se ofreció a llevar a la chica al colegio en su coche . Según relata la Fiscalía, aproximadamente a finales de 2014, aprovechado que se habían quedado solos en el vehículo y conociendo su deseo de ser modelo, el procesado dijo a la niña «que cuando llegara a su casa se hiciera una foto de cuerpo entero y se la enviara por whatsapp, con la excusa de mostrarla a unos amigos q dijo trabajaban en la televisión y le podrían decir si ella servía para modelo».

A partir de ese momento,y con el fin de satisfacer sus deseos libidinosos, prosiguel el escrito de acusación, «el acusado le pidió en varias ocasiones fotografías en que saliese desnuda , enviándole ella las fotos en cuestión, pagándole el acusado 15 euros por cada una y diciéndole en todos los casos que borrase todos los mensajes». Para mantener protegidos su movimientos incluso llegó a indicarle a la chica que utilizaría mensajes en clave para solicitarle nuevas fotos .

Un día de finales de agosto recogió a la chica a última hora de la tarde para llevarla a casa pero indicó que debían pasar antes por su oficina para hablar una cosa. Una vez allí «el acusado se sentó con la menor sentada enfrente y se masturbó. Después se fueron y al día siguiente el acusado le dio 10 euros» , expone la Fiscalía. El mismo procedimiento se repetiría en distintas ocasiones desde ese día, incluyendo tocamientos a la menor y pagos en los días siguientes a cada episodio que rondaban los 10, 15 o 20 euros. En tres ocasiones el acusado utilizó su propia casa. Había indicado a la chica que «si le contaba lo que sucedía a su madre, ya no la ayudaría» .

En el inicio del curso 2016-2017 el acusado conoció a una amiga de la menor, presentándose como abuelo de la chica. De forma habitual las recogía a ambas en las actividades extraescolares y comenzó a pedir fotos comprometidas a la segunda chica. Según el escrito de acusación, les repetía que borrasen todos los mensajes intercambiados con él. Con frecuencia, cuando estaban en el coche, les indicaba que a él podían contarle y pedirle cualquier cosa e insistía en «que las madres no eran amigas» por lo que «tenían que tener un amigo como él para contarle las cosas» .

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