Abel Caballero se vale de su mayoría para dar la Medalla de Vigo a un alto cargo del PSOE
La oposición le acusa de devaluar el galardón por «partidismo» y «oportunismo político» al concederlo a Isabel Pardo de Vera, secretaria de Estado de Transportes
No importaron las acusaciones de «partidismo», «oportunismo político» y «trampantojo» de la oposición, que votó en contra. Abel Caballero volvió a valerse este miércoles del rodillo de su aplastante mayoría para que el pleno del Concello de Vigo, en sesión extraordinaria, aprobase la concesión de la Medalla de la ciudad a Isabel Pardo de Vera , secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, alto cargo del Gobierno socialista, el partido del regidor olívico. Por más que este insista en que él y su corporación solo se deben a los vigueses.
El portavoz popular, Alfonso Marnotes, advirtió al alcalde de que esta medalla, que se entrega esta tarde, junto con el reconocimiento anual a los vigueses distinguidos, queda «devaluada». «No hay méritos suficientes, y desde luego (...) tenía que estar fuera de la lucha partidista», afeó. Es una distinción, insistió, «concedida por un gobierno socialista a un alto cargo de un gobierno socialista»; «condecora a un gobierno por el mero hecho de ser de su mismo color político». Para Marnotes, este partidismo se ve agravado porque « no hay méritos extraordinarios que premiar ». Recordó que la ciudad aún no dispone de infraestructuras como el AVE, la salida sur o la nueva autovía a Porriño. «Nada se sabe» y, para más inri, «son responsabilidad» de la premiada. «Quiere que la ciudad crea que ya está todo hecho», criticó. «Es un decorado, un trampantojo. Quiere que la ciudad vea el Gobierno de Madrid como un gobierno amigo, y que toda la ciudad aplauda, y que con eso parezca que está todo hecho y está todo bien». «Es un decorado, esplendoroso pero falso», remachó.
Igualmente críticos se mostraron, previamente, el representante del BNG, Xabier Pérez Igrexas, quien censuró que se premie el «abandono ferroviario» que padece Vigo, y que Caballero vuelva a evidencia su «talante autoritario» y su «dificultad» para «diferenciar entre partido e institución» ; así como el portavoz de Marea, Rubén Pérez Correa, quien acusó al alcalde estar «matando lentamente(...) el poco prestigio que le quedaban a estos galardones». Ambos cargaron las tintas en su uso partidista.
«Méritos holgados»
El propio Caballero tomó la palabra para revolverse y acusar a PP y BNG de haber boicoteado históricamente la llegada del AVE a Vigo y atribuir a Pardo de Vera «méritos holgados» y «sobrados» para recibir la medalla. Fue ella, reivindicó, quien, con una «decisión valiente y comprometida», volvió a impulsar esta infraestructura al frente de Adif; «la primera persona que en toda esta década pasada se puso desde Madrid al lado del tren de alta velocidad de Vigo», clamó. También quien cogió el proyecto de la estación de Vialia y «se encargó de acelerarlo, rematarlo y llevarlo a su inauguración»; hoy, proclamó, «es un éxito inenarrable». Por último, le adjudicó el estudio de la salida sur.
Frente al « sectarismo particular político » que a su vez atribuyó a la oposición, se defendió añadiendo que Pardo de Vera no tiene «ninguna militancia política», aunque precisó de inmediato que esto «no es un demérito». El intercambio de andanadas verbales se completó con las quejas de BNG y Marea de no emplear la medalla para recordar las huelgas de 1972. «No me hablen del 72, lo conozco y lo sufrí personalmente, exiliado de este país, exiliado sin poder volver». Afirmó que se hará un reconocimiento, pero «de otra forma». «Lecciones, a mí, ninguna», zanjó Caballero.
