Fiesta solidaria para Alex, el joven al que un grupo de chicos dejó en coma por una paliza hace dos años

Quedan las secuelas de la brutal paliza, pero es casi un milagro ver cómo Alex puede ya incluso saludar. Siempre arropado por su padre y su madre, Ana Claudia, que no se ha separado de su hijo. Quienes lo lincharon le robaron. Una jauría de entre 15 y 38 años, pandilleros de los Koala, la mitad menores que, a botellazos, con palos y patadas dejaron clara su intención. Fue hace dos años en Amorebieta, y casi en el mismo sitio, la localidad vizcaína recibe a Alex con una fiesta solidaria. El progreso en la clínica de Barcelona, contra todo pronóstico, es extraordinario. Alex puede comer, tiene algo de movilidad y, cuenta un familiar, ha podido hablar. -Redacción-