«Felipe VI es un gran desconocido para los españoles»
José Apezarena revela en su libro los nombres de los hombres que han influido en la formación del Rey

«La monarquía es un buen negocio para España porque el mejor embajador de nuestro país es el Rey», cuenta al otro lado del teléfono el periodista José Apezarena. Sorprende que quien lo dice, autor de varios libros sobre Felipe VI, no se considera monárquico. « ... Cerebralmente no lo soy», reconoce Apezarena, aunque añade que sí es partidario de que España conserve su monarquía. «Si hubiera que crearla, yo no la pondría, pero España tiene una historia de ocho siglos de Monarquía», explica. «Nuestra historia está ligada a ella y tiene muchas ventajas que a España no le hacen ningún daño y le vienen bien», resalta.
El mayor valor que tiene España en este sentido es Felipe VI, «una historia de éxito que ha culminado con su llegada al trono y con estos primeros años como Monarca». Una preparación en la que «han tenido mucho que ver las gentes que han estado a su lado desde el principio». Militares, diplomáticos, profesores, políticos, intelectuales y periodistas, entre otros, que han influido en su formación y educación, además de acompañarle, servirle y ayudarle. De todos ellos −personas «muy discretas y prudentes y con un gran sentido de la lealtad»− habla Apezarena en su último libro, 'Los hombres de Felipe VI' (Almuzara).
«A lo largo de su vida el actual Rey ha tenido ocasión de convivir con muchas personas. En el colegio Santa María de los Rosales, en Canadá, en las academias militares, en Georgetown, en la Universidad Autónoma... y después como Príncipe también. Felipe VI siempre ha estado muy bien acompañado», apunta Apezarena. Aunque en el libro habla de cientos de personas, Apezarena destaca «seis nombres significativos» que son, en su opinión, «los que más peso han tenido en su vida». Desde el director de Los Rosales, Manuel Terán, pasando por «su ayudante, profesor, compañero y hasta 'segundo padre'» desde los ocho a los quince años, Julio Antón; y Sabino Fernández Campo, que trabajó casi dos décadas al servicio de la Corona y fue Jefe de la Casa del Rey hasta 1993.
Los otros tres incondicionales de Felipe VI fueron su primer ayudante, que fue «mucho más que un secretario», José Antonio Alcina; Aurelio Menéndez, quien «le acompañó durante sus estudios en la universidad» y Jaime Alfonsín, el actual Jefe de la Casa del Rey.
«Jaime Alfonsín tiene la máxima intimidad y confianza del Rey. Es un hombre muy brillante que se ha dejado la vida por Felipe VI», explica Apezarena. A él atribuye «el comportamiento de la Casa del Rey, que tiene que ver con su personalidad»: «Es un hombre muy prudente. Además de brillante. Fue el número dos de su promoción en Derecho, es abogado del Estado y tenía un puesto en un despacho de abogados muy potente. Renunció a todo eso para servir a un personaje que entonces era solo un muchacho de 25 años. Desde entonces le ha acompañado y apoyado siempre. Tienen una cercanía total».
Estabilidad y unidad
A través de las más de 600 páginas que conforman 'Los hombres de Felipe VI' es fácil acercarse a la figura del Rey, que es el objetivo que persigue esta especie de manual, repleto de anécdotas y nombres propios. «He escrito este libro porque el Rey Felipe VI es un gran desconocido para los españoles», afirma Apezarena. «Por supuesto que los españoles saben que va a algunos actos y ceremonias y le identifican si le ven por la calle, pero no tienen una idea clara de qué tipo de persona es Felipe VI desde el punto de vista humano y tampoco qué tipo de Rey es», sentencia.
En su opinión, «a este país le falta reconocer la entidad de la institución que representa la Monarquía», que tiene tres ventajas. Por un lado, aporta «estabilidad» −«¿te imaginas tener otras elecciones para Presidente de la República?», pregunta Apezarena−; además, «asegura la continuidad de una persona en la cúpula de un país que tiene una veteranía y capacidad de relación increíble. El Rey de España es una figura conocidísima, tiene acceso rápido a cualquier instancia mundial». De ahí que cada vez que viaja a un país se lleve a empresarios españoles que, con motivo de su viaje, «ven puertas abiertas a hacer negocios y contratos».
Las otras dos ventajas del Rey son la unidad de España –«el principal elemento que puede proclamar la unidad de España es el Rey»−; y las relaciones con los países de Hispanoamérica, donde hay «una comunidad de naciones que tienen un recuerdo de España estrechamente liado a su monarquía».
«El Gobierno ha dado visibilidad al Rey en momento concretos, pero podría hacer más»
Apezarena considera que «el Rey tiene un desafío muy potente y poderoso por delante: una gran parte de la población no conoce los hechos del pasado que teóricamente avalaban a la monarquía. La gente no sabe nada del Franquismo, la Transición, el 23-F... No conocen, sobre todo la gente joven, el papel que ha desempeñado y puede llegar a desempeñar» la Corona.
¿Y qué cree que hace falta para que se conozca al Rey? «Se echa de menos por parte de la Casa del Rey una política proactiva en la línea de acercar la figura del Rey, primero a los periodistas especializados y también a la población», responde Apezarena.
Atribuye esta carencia «a una especie de temor que tiene todavía el equipo de la Zarzuela a equivocarse»: «Entiendo que cuando llegó al trono en 2014 hubiera esa preocupación, pero han pasado ya ocho años. Creo que ha llegado la hora, en mi opinión, de soltar más al Rey y dejarle que se le vea más y que esté más relajado. Todavía mantienen una posición demasiado cerrada. Echo de menos que alguien diseñe una política de comunicación un poco más a fondo y más cercana porque si no la gente no sabe quiénes son los Reyes ni qué hacen exactamente».
¿Y cuánto cree que influye el Gobierno en este tipo políticas? «En el objetivo de acercar la figura de Felipe VI a los españoles tiene también algo que decir el Gobierno, que podría hacer más, y en algún caso evitar ciertos 'olvidos'. Pero, a la vez, le ha dado visibilidad en momentos concretos, como ha ocurrido con los homenajes a las víctimas del Covid, que ha presidido el Rey en el Palacio Real».
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