El fantasma de las restricciones sobrevuela una España castigada por dos años de sequía
Una torre desnuda que asoma sobre la fina lámina de agua de un pantano. Una fuente mustia, un...
Una torre desnuda que asoma sobre la fina lámina de agua de un pantano. Una fuente mustia, un grifo seco. Una ducha que no ducha nada. Son apenas tres síntomas de una España seca como pocas veces. El agua ¡no! no es ilimitada. La muestra, en un par de datos: los pantanos están al 41'9% de su capacidad. Por debajo de la mitad. Es un 20% menos que el año pasado. Y aún bastante menos que la media de los últimos 10 años. Y a todo esto, no estamos en racha. "Llevamos casi dos años y medio con precipitaciones más bajas. Ha llovido un 27% menos que los valores normales", señala Francisco Martín, meteorólogo de Meteored. En suma, no pinta bien. Lo peor ahora está en Andalucía, previsible. Y, curiosamente, también en Galicia y Cataluña. A juicio de los expertos esta inversión del mapa puede ser coyuntural. "Se debe a un cambio de patrón atmosférico, que puede cambiar el año que viene", argumenta Martín restando gravedad a ese hecho. Pero toca, eso sí, tomar medidas. "El cambio climático está haciendo mucho daño"; "tenemos que empezar a mirar"; "si no llueve me parece que nos vamos a duchar sin agua", apuntan algunos visitantes del pantano, casi seco, de Sau, a un paso del Pirineo leridano. Y no les falta razón. En alguna playa gallega, de hecho, ya ha llegado el momento de ducharse 'en seco'. O sea, no ducharse. Y han empezado las restricciones al baldeo de calles, el agua de las fuentes o el relleno de piscinas. Lo de cerrar el grifo, en todo caso, salpica no solo a Galicia sino a otros varios puntos de España, como Euskadi o Aragón. En Cataluña, por su parte, las desoladoras están a toda máquina. Mientras el algua insista en no caer, todo resulta poco.-Redacción-