El 'efecto Sumar' moviliza al centro-derecha ante el 28-M
La candidatura de Yolanda Díaz no producirá trasvase de voto entre bloques, según GAD3
Antes de la presentación de Sumar, Unidas Podemos tenía ya una fuga de 500.000 votantes hacia la nueva marca
El trasvase entre PP y Vox dejó 30.000 votos menos para Feijóo tras la censura
«Quiero ser la primera presidenta de mi país», proclamó Yolanda Díaz la mañana del domingo pasado en un Antonio Magariños abarrotado. Los organizadores hablaron de tres mil personas dentro y otras dos mil fuera, que tuvieron que seguir el acto de presentación de la ... candidatura de Sumar a través de pantallas. En realidad, el pabellón tiene un aforo reconocido de 600 personas. Pese a ese 'sobreaforo', Sumar no logró atraer a Podemos, aunque sí consiguió que el foco mediático se centrara en la nueva plataforma que ha aterrizado sobre el tablero político.
Aún es pronto para saber cuál será el impacto real de Sumar en el escenario político y electoral, pero en la consultora de investigación social y comunicación GAD3 tienen unas primeras estimaciones, aún «incipientes», según advierten, que apuntan a una mayor movilización del centro-derecha y a una posible pérdida de escaños de la izquierda si finalmente se presenta a las elecciones más dividida todavía.
En GAD3 disponen de datos de transferencia de voto, obtenidos justo antes de la presentación oficial de la candidatura de Yolanda Díaz al frente de Sumar. Son por tanto provisionales, a la espera de conocer en las próximas semanas y meses cuál es la tendencia real en la estimación de voto de esta plataforma, que en principio aúna formaciones ya existentes como Izquierda Unida, Más País, Compromís o En Común Podem.
Según los resultados del último barómetro de GAD3 publicado en ABC, elaborado después de la moción de censura, entre los votantes que recuerdan haber apoyado a Unidas Podemos en las elecciones generales de 2019 el 16 por ciento se inclinaría ahora por Sumar. Serían unos 500.000 votos, de los 3,1 millones que logró Unidas Podemos en su conjunto en noviembre de aquel año.
A finales del pasado mes de marzo, Sumar solo recibía intención de voto procedente de Unidas Podemos. La transferencia desde el PSOE era nula. Los socialistas mantienen una fidelidad de voto del 67 por ciento, más alta que en meses anteriores tras el resultado del debate de la moción de censura. El PSOE pierde hacia el PP (un 5 por ciento), también hacia Vox (un 2 por ciento), y hacia Unidas Podemos (un 1 por ciento). Pero ninguno de sus antiguos votantes se mostró entonces dispuesto a apoyar ahora a Sumar. Eso sí, el 1 por ciento de los antiguos electores socialistas votarían ahora a Más País o Compromís, que en teoría forman parte de Sumar.
En el primer análisis que hacen desde GAD3 del impacto de Sumar, consideran que supondrá una reorganización del voto de la extrema izquierda y populista, pero por ahora no se está viendo un efecto negativo en el PSOE. Podría tenerlo de forma indirecta, ya que la división de la izquierda les pasará factura a todos en el reparto de escaños, sobre todo en las circunscripciones pequeñas donde se distribuyen entre tres y cinco diputados. Una fragmentación del espacio electoral en esas provincias puede ser letal para sus objetivos, ya que optimizan mucho peor los votos.
La abstención en el PSOE
El principal problema del PSOE es el voto perdido que se dirige directo a la abstención o a la indecisión. En total, un 22 por ciento de los que votaron a Sánchez en las generales de 2019 dejarían de hacerlo ahora y se dividen en tres opciones: el 7 por ciento no votaría, otro 7 por ciento se muestra indeciso sobre su futura papeleta y un 8 por ciento más asegura que prefiere votar en blanco antes de apoyar al PSOE otra vez. Son casi 1,5 millones de electores, objeto de deseo de todos los partidos. Sumar mira hacia los electores socialistas, pero también lo hace el PP de Feijóo, para el que los votantes defraudados con Sánchez forman parte de su objetivo principal electoral para ensancharse y lograr una mayoría suficiente para gobernar.
Desde el Gobierno, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, evitó tras el último Consejo de Ministros comentar cómo puede afectar al Gobierno y a las perspectivas electorales la crisis entre Podemos y la plataforma Sumar de la vicepresidenta Yolanda Díaz. Ella cree que es el Partido Popular el que está nervioso porque no saca rédito de esta cuestión. Los aludidos se limitan a sonreír, aunque a alguno se le escapa una pequeña risa. La realidad es que en el PP están disfrutando con lo que llaman «el espectáculo» de la división de la izquierda, que vuelve a poner el foco en «la descomposición del Gobierno y las peleas cainitas en su interior». Y eso, subrayan fuentes consultadas, es otro factor que moviliza al electorado de centro-derecha y desmoviliza al de izquierda.
En GAD3 sostienen que Sumar no va a perjudicar al centro-derecha en las elecciones: «Es una especie de Más País Plus», aseguran desde la consultora presidida por Narciso Michavila. Los primeros datos que manejan sobre estimación de voto, «aún muy incipientes», apuntan a que rondaría el 3 por ciento. «Sería como un Más País y Compromís pero reforzado». «El elector no ve todavía a Sumar de Yolanda Díaz como una oferta nueva. Si crece es a costa de lo que le quita a otros partidos del mismo espacio», explican.
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