Reencuentros y despedidas: el limbo entre dos legislaturas
Diputados como Inés Arrimadas y Pablo Echenique dicen adiós al Congreso tras las elecciones del 23J
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Una de las jornadas más extrañas que se vive en el Congreso de los Diputados es la reunión de la Diputación Permanente —el órgano que aprueba cuestiones urgentes cuando las Cortes están disueltas o en periodos inhábiles— después de que se hayan celebrado ... ya las elecciones generales para elegir el nuevo Parlamento. Este miércoles ha llegado ese día y entre los asistentes se mezcla la sensación de algunos de 'volver al cole', tras un parón por la campaña, con la de otros que se despiden del trabajo que han desempeñado los últimos cuatro años.
Entre estos últimos hay esta vez personalidades destacadas de la política, de la talla de Inés Arrimadas, que hizo historia en Cataluña al derrotar al separatismo en los comicios 'posprocés', y también portavoces políticos como el de Unidas Podemos, Pablo Echenique, que no fue integrado en las listas de Sumar, como tampoco la ministra Irene Montero. Arrimadas y Echenique son los dos principales rostros de una despedida; un adiós a la política quizá perenne, quizá temporal. Pero aparte han asistido este miércoles a la Cámara Baja, quién sabe si por última vez, parlamentarios como Mireia Borrás (Vox), Rafael Mayoral (Podemos) y Edmundo Bal (Ciudadanos).
El hielo entre Arrimadas y Bal, solidificado tras su enfrentamiento en las primarias de Ciudadanos, el pasado enero, no parece haberse derretido con las altas temperaturas del verano. Ambos han recibido más cariño de compañeros de otros partidos, hasta ahora rivales, que se han despedido de ellos amablemente y deseándoles suerte en lo personal. Arrimadas ha conversado largamente con los portavoces del PP y de Vox, Cuca Gamarra e Iván Espinosa de los Monteros, mientras Bal se marchaba entre risas y elogios de socialistas como María Jesús Montero, Patxi López y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. Dos almas distintas de una formación que decidió no presentarse a las elecciones del 23J.
Arrimadas ha optado por un papel discreto y no ha concedido declaraciones a la prensa. Ya lo hizo el 1 de junio, después del batacazo de su formación en los comicios autonómicos y municipales del 28 de mayo, cuando anunció su paso atrás y su regreso a la actividad privada. Ciudadanos, con ella a favor, ya había apostado por no concurrir a las generales. Ahora ya se ha abierto el debate sobre si debe presentarse en caso de bloqueo y repetición electoral.
«Un Frankenstein con peluca»
Eso sí, la expresidenta de Ciudadanos y su última portavoz en el Congreso no ha dejado pasar la oportunidad de lanzar un mensaje a los españoles, durante su intervención en el debate sobre la convalidación del real decreto ley de medidas económicas para paliar los efectos de la inflación. En alusión al papel clave de Junts, el partido de Carles Puigdemont, tras el paso por las urnas, ha mostrado su preocupación con la posible conformación de «un Gobierno Frankenstein con peluca».
Echenique, por su parte, ha explicado en su turno de intervención que deja la política y regresa a su profesión en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En su despedida ha esquivado la emoción, aunque en una conversación informal con periodistas ha reconocido que llevaba su discurso ensayado y que en la primera intentona no logró contenerla. Son muchos años y muchos recuerdos. En su entorno apuntan que si Ione Belarra, la secretaria general de Podemos, le pide que siga en la ejecutiva del partido, aceptará, pero sin cobrar ni un euro ni dejar su profesión.
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Quizá por eso, por ese gusanillo político que le sigue picando, haya enviado un mensaje con dirección a Sumar y a su líder, Yolanda Díaz. Y es que Echenique ha abrazado las tesis de Belarra para culpar del descenso en las urnas del espacio político a la izquierda del PSOE de la marginación de Podemos en las listas. De los 31 escaños logrados por Sumar, solo cinco corresponden a Podemos. Pero politiqueo y tensiones internas aparte, este miércoles no pasará a la historia del parlamentarismo, pero es uno de esos días raros, tristes para unos, alegres para otros, en los que unos diputados regresan al trabajo y otros respiran con nostalgia un último soplo de servicio a quienes los votaron hace ya cuatro años.
Por lo demás, el trajín habitual reducido sintomáticamente en volumen por la estación veraniega. Paso por micrófonos, entrada y salida a la sala Constitucional, donde se reunió la Comisión Permanente, y un deseo del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, tras dos campañas seguidas: «Buen descanso».
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