Tecnología
Cuello jorobado, cerebro más pequeño o mano en garra, ¿qué impacto tendrá el uso del móvil en los cuerpos del futuro?
Una empresa de telecomunicaciones ha desarrollado un modelo 3D de cómo podría ser el cuerpo humano en el año 3.000 debido al uso constante de móviles y otros dispositivos
¿Cómo afectará la tecnología al cuerpo humano del futuro? Aunque es impredicible, la empresa estadounidense de telecomunicaciones ha desarrollado en 3D un cuerpo del año 3.000 debido al uso constante de móviles, ordenadores y otros dispositivos.
No hay duda de que la tecnología ha marcado un antes y un después en la historia. Sin ir más lejos, el siglo XXI ha dado un salto tecnológico sin precedentes, en el que cada año son más los nuevos dispotivos que ven la luz y se convierten en un elemento indispensable de nuestro día a día.
Ya sea por un uso diario de aplicaciones móviles, plataformas audiovisuales o búsqueda de información, así como por un uso con fines laborales o académicos, la tecnología ha revolucionado la forma en que vivimos, lo que ha generado un impacto sin límites cuya tendencia va al alza.
Para darnos cuenta completamente del impacto que la tecnología tiene sobre nosotros, Tollfree Forwarding ha hecho un análisis de investigaciones científicas y opiniones de expertos sobre el tema antes de trabajar con un diseñador 3D para crear un futuro cuerpo humano jorobado cuyo cambio se define por el uso constante de teléfonos inteligentes, computadoras portátiles y otra tecnología, llamada Mindy.
Espalda y cuellos arqueados
Uno de los aspectos que tendría el cuerpo del futuro es que perdería totalmente su posición erguida. Ajustar constantemente nuestra posición para mirar hacia abajo a nuestro teléfono o hacia arriba en la pantalla de nuestra oficina tensa partes de nuestro cuerpo que determinan nuestra postura, la cual podría cambiar de forma de aquí a los próximos años.
Mano en garra y codo en 90 grados
Miramos ahora el brazo de Mindy, que revela dos cambios anatómicos significativos: la «garra de texto», ocurre después de agarrar constantemente su teléfono móvil, lo que curvaría los dedos en una posición poco natural.
En su brazo también observamos el codo de 90 grados, conocido como «codo de teléfono inteligente» o científicamente hablando, síndrome del túnel cubital. Esto se debe a la posición típica del brazo al sostener y usar teléfonos, ya sea para uso general o cerca de nuestras orejas durante las llamadas telefónicas.
Cuello
Los efectos de la tecnología también se notarán en el cuello, dando do lugar a una nueva condición llamada como «cuello tecnológico». Se debe a nuestra postura mientras trabajamos con el ordenador o miramos nuestro teléfono, ya que como explica el Dr. K. Daniel Riew del New York-Presbyterian Orch Spine Hospital, los músculos en la parte posterior del cuello tienen que contraerse para mantener la cabeza erguida.
«Cuanto más mires hacia abajo, más duro tendrán que trabajar los músculos para mantener la cabeza erguida», señala, lo que podría dar lugar a este nuevo aspecto en el futuro.
Cráneo más grueso y cerebro más pequeño
¿Podría también afectar al tamaño de nuestro cráneo? Sí, y lo peor de todo, también afectaría a nuestro cerebro. Según detalla la empresa desarrolladora, existe una creciente preocupación de que la radiación de radiofrecuencia emitida por los teléfonos inteligentes pueda causar graves consecuencias para la salud cuando se exponen al cerebro.
Estos efectos son particularmente graves en los niños. Sus cráneos menos desarrollados son más delgados y absorben hasta tres veces más radiación que los cerebros de los adultos. Dado el impacto, observamos en Mindy un cráneo un poco más grueso que nos protegería de cualquier daño.
¿Y el cerebro? Aunque no lo vemos en Mindy, sí que se plasma en la investigación. Debido a los avances tecnológicos en agricultura, salud y muchos más ámbitos de la vida, no tenemos que hacer tanto esfuerzo para sobrevivir. Según menciona Adina Mahalli de Enlightened Reality, «en el futuro, las personas con más conocimientos tecnológicos probablemente serán las más exitosas. A la luz de esto, los seres humanos comenzarán a encogerse».
Un segundo párpado
Es el último de los cambios pero también el más asombroso. La investigación también se centra en los efectos de las pantallas, que causan dolores de cabeza, fatiga visual e incluso ceguera. ¿Cómo podría protegerse ante ello el cuerpo humano del futuro?
Tollfree Forwarding ha hablado con Kasun Ratnayake, de la Universidad de Toledo, quien sugirió un desarrollo evolutivo radical para limitar la cantidad de luz dañina que reciben nuestros ojos: «Los humanos pueden desarrollar un párpado interno más grande para evitar la exposición a la luz excesiva, o el cristalino del ojo puede desarrollarse evolutivamente de modo que bloquee la luz azul entrante, pero no otras luces de alta longitud de onda como el verde, el amarillo o el rojo», señalan, en palabras de la experta, en esta investigación.
El estado mental, algo que no se refleja en Mindy, también es otro de los aspectos que podría ser afectado por el uso constante de la tecnología y las redes sociales.
Aunque los cambios anatómicos de este desarrollo en 3D son exagerados y los humanos están lejos de replicar la apariencia de Mindy en el futuro, sí que es una muestra y quizás un aviso de cómo la tecnología condiciona no solo nuestro día a día, sino también nuestra postura, dolencias y otros trastornos que reducen nuestro bienestar.
