El mensaje

España es un país en el que vía nuevas leyes impulsadas por Pedro Sánchez y la buena gente de Podemos, si eres menor de edad y quieres abortar no necesitarás del consentimiento de tus padres, si por cortesía quieres informar, bien, si no es así tampoco pasa nada. También con la nueva normativa si eres menor y quieres cambiar de sexo tampoco necesitas permiso alguno, es más, si intuyes cualquier atisbo de tensión en tu entorno familiar se lo dices a un juez y de acuerdo a ley, te firmará todos los permisos pertinentes. Sé que ya he escrito en alguna ocasión sobre estos temas, pero más allá de los casos concretos, de las terribles consecuencias que puede tener el tomar decisiones de consecuencias irreversibles a una edad en la que no se cuenta con la madurez suficiente, ejemplos ya hay, lo que más me preocupa es el mensaje que el Gobierno de Sánchez y sus socios envían a nuestra juventud, 'chaval/a, aquí mandas tú.

Ese tópico, real pero tópico, al que siempre recurrimos al hablar de estos temas y que tiene que ver con en sinsentido que supone que puedas decidir si tu hijo va una tarde al cine o se queda estudiando o si sale con este o aquel colega se ha terminado. Si en lo más trascendente, lo más importante, aquello que tiene que ver con la vida o con cambiar de sexo tus padres aparecen como invitados ocasionales con que fuerza, con que argumento le vas a decir a tu hijo adolescente lo que puede o no puede hacer. Si la cosa pasa a mayores siempre podrá sacarte la foto de Sánchez y sus ministros de Podemos y te dirá que 'papá estado' le ha dado carta blanca para hacer lo que le dé la gana, o te podrá el vídeo de la ex ministra Celaá afirmando que «los hijos no son de los padres». Aunque a la ministra se le olvidó decir que aunque los hijos sean del estado y no de los padres, estos últimos siguen siendo por ley responsables civiles de los menores. Si tu hijo menor cambia de sexo o tu hija aborta no puedes ni toser, pero si tu hijo rompe una papelera en la calle el ayuntamiento te pasará la factura. Como dice el maestro Zaragüeta, así es la vida...