Turistas del norte de Europa se quedan en Benidorm para no gastar luz en calefacción
El coste energético alarga la estancia de algunos jubilados con casa en la Costa Blanca y mejora los datos de la hostelería en un invierno propicio
Turespaña y PhotoEspaña eligen una imagen de Benidorm como finalista entre 12.000 subidas a Instragram
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El coste de la luz ha traído una alegría inesperada -la única, hasta ahora- al turismo en Benidorm: hay nórdicos que están alargando su estancia en el principal destino de la Costa Blanca alicantina para no regresar a casa y gastar en calefacción.
«La luz en el norte de Europa está todavía más cara que aquí y allí obviamente utilizan más la calefacción, con lo cual tenemos una ventaja competitiva, ese cliente se queda más tiempo, hasta un mes en lugar de una semana, los que tienen segunda residencia secundaria aquí», explica Alex Fratini, portavoz de la asociación de restaurantes de Benidorm y comarca Abreca.
Los comentarios de algunos de estos clientes en los establecimientos apuntan a esa buena tendencia para el sector. Ahora que empieza a apretar el frío, ese gasto representa un capítulo importante de la contabilidad doméstica y «aquí en Benidorm, la calefacción ni la encienden», compara este hostelero.
Está claro que no se trata de todos los turistas, sino perfiles muy concretos, sobre todo «jubilados, empresarios y funcionarios, ya que en el Norte de Europa las pensiones son mucho más elevadas», añade.
Cierres de bares
No obstante, las tarifas de luz disparadas también están pasando factura al gremio, que ha acusado incluso con algunos cierres de algunos bares de toda la vida en Benidorm que han bajado la persiana definitivamente por ese coste y por el de las materias primas.
«El sector es dispar, pero la mayoría está compuesto sobre todo por pequeños establecimientos, y hay muchos que son negocios familiares con una o dos personas, profesionales más mayores que no tienen tan al día calculados los costes, sin planes de negocio», señala Fratini.
Desde Abreca les están recomendando realizar un escandallo para prever los márgenes que tienen en venta contando con esta inflación en las materias primas. «Si no lo hacen, al final de año van a ver que no tienen beneficio», subraya. «Ya ha habido varios cierres de asociados nuestros y hay otros que están de vacaciones, ya veremos entre enero y febrero si vuelven a abrir», apostilla.
De hecho, todo el sector ha facturado más que 2019, en situación de prepandemia, pero ha ganado menos por los costes de la energía y la inflación, en general. Según las estimaciones, han hecho un 15% más de caja y un 50% menos de ganancias, que es lo que cuenta, al fin y al cabo.
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Además, vienen de una crisis: «Ha hecho un gran esfuerzo en dos años de pandemia y este último año por costes de luz, cambios legislativos (cada semana había novedades, no fumar, horarios restringidos... parecíamos policías), encontrar personal, pero somos un sector que siempre encuentra soluciones».
Buenas expectativas
A pesar de esos antecedentes, ahora las expectativas han cambiado y ni siquiera hay efecto de temporada baja, con los primeros descensos de temperaturas. «De momento, sigue habiendo mucho trabajo, noviembre ha sido de récord, sí que hay más cierres de locales por vacaciones, por días libres, no se abre todas las horas, pero también beneficia a los que están abiertos, que tienen más posibilidades de clientes por tener menos competencia», indica Fratini.
Algunos que antes no hacían descanso, ahora sí paran dos días y otros solo abren los fines de semana.
En todo caso, para el puente festivo tienen muy buenas previsiones, sobre todo, por turista fijos que vienen asiduamente, «madrileños, de Albacete, vascos, muchos aprovecharán el primer fin de semana del puente, el segundo o toda la semana».
Ya cuentan con bastantes reservas, con continuidad para otras semanas y Navidad y con el Benidorm Fest, también en enero: «El invierno no pinta mal», concluye.