Estos son los síntomas que alertan de que un gato ha sido envenenado
La Policía Local de Alberic y la Guardia Civil investigan el envenenamiento de gatos en el municipio valenciano

La Policía Local de Alberic y la Guardia Civil están investigando el envenenamiento de cinco gatos por la zona de la plaza Mestre Leopoldo Magentien de la localidad valenciana, según han informado fuentes municipales.
Según las fuentes policiales, algunos de los animales vivían en la calle y otras eran la mascota de vecinas y vecinos. La repetida aparición de veneno en los comedores de la calle ha provocado que la Policía Local del municipio, conjuntamente con la Guardia Civil, inicien una investigación para identificar a la persona o las personas responsables y acabar con esta práctica que atenta gravemente contra el bienestar animal.
De acuerdo con la definición de los vecinos conocedores de la situación y de la misma Policía Local, el veneno utilizado es de color verdoso y de aspecto granulado, muy parecido al utilizado contra las plagas de babosas y caracoles.
Como primer efecto, estos granulados irritan la mucosa gástrica provocando salivación y vómitos en los animales y diarrea verdosa o azulada. A partir del momento en que el compuesto es absorbido por la mucosa gástrica aparecerán otros síntomas como son temblores musculares e incluso convulsiones. Los animales pueden presentar fiebres altas, con temperaturas superiores a los 42°.
Normalmente los signos clínicos aparecen rápidamente, entre los 15 minutos y las tres horas después de la ingesta de estos productos. Los efectos a nivel nervioso aparecen en forma de ansiedad, temblores musculares, irritabilidad, alucinaciones, marcha con extremidades rígidas, incoordinación parecida en un estado de embriaguez y, a veces, presentan somnolencia y disminución de la conciencia.

Asimismo, aparece también movimiento de los ojos y dilatación pupilar. También se ve afectando el sistema cardiorrespiratorio, lo que provoca taquicardia, mucosas pálidas y congestivas e hipersalivaciones con saliva normalmente espesa y espumosa.
Por todo esto recalcan que es «imprescindible» que, ante la sospecha de ingestión, se acuda en un centro veterinario ya que, si el animal sobrevive a las primeras 24 horas después de la ingesta y recibe un tratamiento adecuado lo más pronto posible, el pronóstico puede ser favorable, según las mismas fuentes.