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Yolanda Díaz ¿cacatúa?
«Ahora, por si no hubiese sido suficientemente dilatada la espera, anuncia que será necesario esperar hasta el 2 de abril, domingo de Ramos, para que ella nos desvele qué cosa es esa de Sumar»
Un Ministerio de 'Desigualdad'

Nunca se terminará sabiendo, porque en estas cosas nadie reclama, por si las moscas, la paternidad, ni quien fue el primero, primera o primera que se refirió a la vicepresidenta segunda del gobierno, Yolanda Díaz Pérez, y la llamó cacatúa. Dado que todo es posible en el enrevesado mundo de la política, el motejador pudo ser un intrigante integrante del heteropatriarcado, pero también una motejadora. Especulemos con que haya sido una envidiosa podemita la que dio rienda suelta a su frustración por no haber subido tan alto como aupada por el macho alfa. Además, José Félix Tezanos la viene poniendo en sus estrambóticos sondeos preelectorales mejor nota incluso que la regalada al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, razón añadida para que los celos sean tan intensos.
Alguien dijo lo de cacatúa y las redes sociales, con la contagiosa capacidad de infección que les es propia, se dedicaron a repetir el apodo. A poco que se busque en esos echaderos internáuticos no resultará difícil encontrar manifestaciones de Yolanda Díaz, lo mismo en mítines que en ruedas de prensa, en que resulta de lo más complicado entenderla, porque cuanto dice puede ser considerado inextricable como ininteligible. Eso sí, siempre sin recurrir a aspavientos ni estridencias y con amplia y dental sonrisa.
Ya no se recuerda el tiempo transcurrido desde que Yolanda Díaz anunciase su propósito de promover una plataforma electoral que denominó Sumar. Ahora, por si no hubiese sido suficientemente dilatada la espera, anuncia que será necesario esperar hasta el 2 de abril, domingo de Ramos, para que ella nos desvele qué cosa es esa de Sumar.
Es de suponer que en ese momento ofrecerá ya sin más dilación cuales con las claves, aliados, cómplices y/o compañeros de viaje o camaradas que haya podido atraer a su peculiar adición de la que, hoy por hoy, Podemos no estará y sí Compromís o, al menos, su candidato a presidir la Generalitat valenciana, Joan Baldoví, al que sí se le ha escuchado muy embelesado estar decidido a convertirse en sumando del proyecto de Yolanda Díaz.

El tanto tiempo esperado del orto de estrella que se considera esta abogada laboralista y militante del Partido Comunista de España, por fin ha llegado, lo que ha sido aprovechado por algunos medios –véase los podcast de Cope o Antena 3— para ofrecer una antología de frases mitineras suyas que son calco, eco o exacta reproducción de otras que antes salieron de la boca histriónica de Pablo Iglesias.
¿Yolanda, cacatúa? Cacatúa, según la RAE «es ave trepadora de Oceanía, del orden de las psitaciforme, con pico grueso, corto, ancho y dentado en los bordes, mandíbula superior sumamente arqueada, de moño de grandes plumas movibles a voluntad, cola corta y plumaje blanco brillante, que aprende a hablar con facilidad y, domesticada, vive en los climas templados de Europa».
Que Yolanda aprendió a hablar con facilidad, pocas dudas puede haber, por más que ella moldee sus palabras cadenciosamente tratando de quitarle lo que de vitriólico contiene el mensaje podemita que no es otro que el suyo.
Endilgarle tal mote, por mucho que pueda ser tentador, resultará excesivo. Y más en estos momentos en que la Ley de Protección Animal tantas dudas y temores suscita. Por lo que a mi respecta mucho me cuidaré de hacer mía la comparación, que me parece borde, de Yolanda con la ave parlanchina, porque no quiero verme sorprendido con un aviso de sanción por haber molestado a ese pájaro o pájara, del género de las psitaciforme, al compararla con la lideresa de Sumar.