22 euros, todo incluido
«Tantas estrellas como luces le faltan a la ministra que consiente semejante atropello a los empresarios»
«No queremos guerras con Podemos, pero un Imserso a 22 euros la pensión completa es un insulto»

Del presidente de Hosbec (la patronal hotelera de la Comunidad Valenciana) decir que es Mayor es mentar su apellido. Que se ha hecho mayor es mentir. Aunque los años parece que no pasan para él, los cumple como todo quisque. Y ese cómputo lleva aparejada la jubilación, que sólo los muy mequetrefes festejan e incluso te aleccionan sobre su etimología para hablarte de júbilo. Paparruchadas.
Jubilarse tiene que hacerlo el albañil bajándose del andamio, el conductor de un camión aparcándolo, el deslomado-a cuidador-a de ancianos sentándose en una mecedora. Aquellas profesiones y actividades que han supuesto un notable desgaste físico. Las otras, pues lo que les pida el cuerpo y el alma del jubilable.
Se retira Toni Mayor, ma non troppo. Porque seguirá vinculado a la actividad hotelera. Y no creo que se aleje del todo porque estoy seguro que seguirá luchando hasta conseguir borrar del mercado turístico la vergüenza y oprobio que supone que el ministerio podemita que preside Ione Belarra, titular de Derechos Sociales y Agenda 2030, se empeñe en abonar 22 euros al día por plaza turística en los viajes del Imserso.
Que no, que no es un error tipográfico. Que son 22 euros los que el ministerio de Derechos Sociales –si todos los derechos que tutela son como esos, apaga que vamos listos-- paga al hotelero por el desayuno, comida, cena, incluido el vino en la mesa, además de la habitación con cama, baño, toallas, inodoro, papel higiénico…del jubilado que tiene la suerte de poder disfrutar de unos días vacacionales, pongo por caso, en Benidorm.
Con razón dice Toni Mayor que «22 euros al día la pensión completa con vino y agua en hoteles de última generación es un insulto al sector turístico». Lo de insulto es la educada manera de no responder a la provocación con un improperio que es lo que se merece la podemita.
Pagar 22 euros es una tomadura de pelo para el empresario y una falta de respeto al jubilado, por considerar que con esa cantidad tiene más que suficiente para pasar un día y su correspondiente noche en un hotel de cuatro estrellas. Tantas estrellas como luces le faltan a la ministra que consiente semejante atropello a unos empresarios que, pese estar abocados a dar un servicio acorde con esa miseria, se esfuerzan y compensan porque los jubilados no tienen culpa, ni por qué llevarse a casa una pésima imagen de la hostelería valenciana.
La ministra Belarra ha desconectado y olvidado el precio de los menús de su juventud pamplonica y ya sólo tiene como referencia los de la cafetería del Congreso de los Diputados: plato combinado, siete euros. Y gratis total cuanto se le sirve en la mesa auxiliar de su despacho porque quiere echarse al buche un sándwich vegetal con una locha de jamón de Guijuelo.
Alejada de la realidad –esta otra que también venía a rescatar a las personas como decía doña Mónica—nada tiene de extraño que considere que 22 euros es un precio razonable y justo para que el hostelero aloje y ofrezca pensión completa a los jubilados.
La única explicación que se me ocurre para tratar de entender la cabezonería de la ministra para no pasar de esos escasos y ridículos 22 euros, puede ser culpa del Dúo Sacapuntas y aquella letrilla suya que machaconamente repetían en sus apariciones en el programa «Un, dos tres…» Veintidós, veintidós, veintidós… Un trauma infantil, sin duda, que miren por donde terminan pagando los hoteleros con la miseria que reciben.
Toni Mayor se jubila, al menos formalmente, pero se sabe que de un modo u otro va a tener que seguir peleando para mantener en el rumbo adecuado la flota de hoteles de nuestra Comunidad, evitando los icebergs que desde un ministerio como el de Derechos Sociales dejan flotando de tanto en tanto para ver cómo los empresarios consiguen esquivarlos con sólo 22 euros diarios.