Investigan la muerte por infarto de una mujer tras ocho horas en urgencias en Castellón
La familia de la víctima ha presentado una reclamación por responsabilidad patrimonial contra el hospital por «deficiente asistencia»
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Un juzgado investiga la presunta falta de atención sanitaria en el Hospital General de Castellón tras la repentina muerte de una mujer de 36 años a causa de un infarto, tras ocho horas sin recibir la pertinente asistencia en el servicio de Urgencias, siempre según la versión de la familia.
La víctima, madre de dos hijas y sin ninguna enfermedad grave diagnosticada, falleció tras pasar ocho horas en urgencias, tras avisar de intensos dolores en el pecho y sensación de asfixia, según adelantó el diario Mediterráneo. Ahora, de acuerdo con la información del periódico Las Provincias tras ponerse en contacto con la Conselleria de Sanidad, la causa ya se encuentra judicializada.
Los hechos tuvieron lugar en octubre de 2022, cuando el marido de la víctima llamó al 112 para solicitar asistencia médica para su mujer, aquejada de fuertes dolores en el pecho. No obstante, según su relato, una doctora le comunicó que no podía enviar ninguna ambulancia porque «estaban para casos más urgentes» y le recetó que tomara diazepam.
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Los dolores fueron a más y a la mañana siguiente volvieron a llamar al servicio de emergencias para que una ambulancia la trasladara al hospital. Tampoco lo tramitaron, pues la encomendaron a que se pusiera en contacto con su centro de salud, del que no obtuvieron respuesta tras siete intentos por teléfono. Ante los «terribles dolores», decidieron finalmente sentarla en una silla de escritorio de su casa y llevarla a urgencias en su vehículo particular.
Los denunciantes afirman que llegaron al centro hospitalario sobre las 10.30 horas, donde los facultativos volvieron a suministrarle diazepam. No sería hasta las 14.45 horas hasta que la llevaron por primera vez a un box para auscultarle, mantiene la familia. «De repente, la máquina a la que la habían conectado empezó a pitar y en la pantalla ponía: infarto», relata la madre de la fallecida en declaraciones recogidas por Mediterráneo.
Segundos después, pese al nerviosismo que imperaba entre los familiares, los sanitarios «no le dieron importancia» porque «a esa máquina, a veces, le fallaban los cables», sostiene la denuncia. Sobre las 16.00 horas, trasladaron a la joven de 36 años a otra sala, donde le iban a realizar una analítica y un electro.
«Comenzó a respirar de forma muy extraña»
La víctima continuaba sufriendo dolores en su pecho y según su madre evidenciaba «falta de fuerzas» y «estaba cada vez más blanca». Esta les pidió que le administraran oxígeno hasta que la pincharon vía intramuscular y comenzó a respirar de manera «muy extraña».
Fue en ese momento cuando los sanitarios requirieron la presencia de médicos de la UCI, quienes utilizaron un desfibrilador para intentar reanimarla. Pese a recuperarla en dos ocasiones, no pudieron mantenerla con vida, tras ocho horas en el servicio de urgencias del Hospital General de Castellón.
Al ser considerado como un fallecimiento judicial, se practicó una autopsia que determinó la muerte por «miocarditis aguda por infección por coronavirus con lesión miocárdica terminal». Por ello y ante las deficiencias que relata la familia, han solicitado la apertura de un expediente por responsabilidad patrimonial y conocer las causas que provocaron la muerte de la joven.