La Generalitat tacha de desleal al Gobierno ante el Supremo por el recorte al trasvase Tajo-Segura

El Ejecutivo autonómico de Ximo Puig formaliza su recurso contra el decreto que fija nuevos caudales ecológicos y pide medidas cautelares por los «daños irreparables» que podrían producirse

Murcia y Andalucía también tienen listas sus acciones judiciales contra una medida sin «respaldo científico»

Carlos Mazón: «El recurso de la Generalitat por el trasvase Tajo-Segura es la rendición a plazos de Ximo Puig»

Page convoca un Consejo de Gobierno extraordinario tras el recurso de Valencia a los caudales ecológicos

Imagen de archivo del cauce del trasvase del Tajo al Segura a la altura de Totana (Murcia) JUAN CARLOS SOLER

Toni Jiménez

VALENCIA

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La Generalitat Valenciana ha formalizado ante el Tribunal Supremo su recurso contra el decreto que revisa el Plan Hidrológico del Tajo y recorta el trasvase al Segura. El Ejecutivo autonómico que lidera Ximo Puig pide que se suspenda -con medidas cautelares- la aplicación progresiva de los caudales ecológicos fijados por el Gobierno central para 2026 y 2027, en los tramos del eje del Tajo desde el embalse de Bolarque hasta el de Valedecañas.

En ese sentido, el escrito consultado por ABC solicita que se mantenga el primer escalón -siete metros cúbicos por segundo, uno más que hasta el año pasado, en Aranjuez- ante los «daños irreparables» y los «notables efectos socioeconómicos y medioambientales» que pueden producirse en los regadíos, el abastecimiento de la población y el valor patrimonial de las superficies regables, mientras no exista pronunciamiento judicial. El documento califica el plan como una «decisión arbitraria» tomada sin «justificación técnica», que lesiona la «lealtad institucional».

La Abogacía de la Generalitat alega ante la Sala de lo Contencioso Administrativo que el texto final de la Disposición Adicional Novena del decreto no es la que se sometió a debate y se aprobó el 29 de noviembre de 2022 en el Consejo Nacional del Agua. La versión enviada al Consejo de Estado para que emitiera su dictamen y a la que el Gobierno de Pedro Sánchez dio luz verde más tarde difería en un aspecto clave, por lo que exigen su nulidad.

La primera redacción condicionaba la entrada en vigor de los otros dos incrementos de caudales ecológicos marcados para 2026 y 2027 -que llegan a los 8,6 metros cúbicos- a un plan de seguimiento, que los actualizaría en función de su estado en 2025.

De esta forma, «si con las medidas aplicadas se cumplen los objetivos ambientales no sería necesario aplicar los escalones previstos en el plan hidrológico a partir del 1 de enero de 2026 para los caudales mínimos, manteniendo el caudal inicial (del primer escalón) desde la aprobación del plan». Sin embargo, el segundo texto convirtió esa puesta en marcha en «automática», «sin tener en consideración la evaluación de las medidas y mejoras a adoptar».

«La inseguridad jurídica y la absoluta falta de rigor procedimental es patente en esta actuación y es indicativa de que el proceso de informe y deliberación del Consejo Nacional del Agua, en el expediente sometido a consulta, se ha convertido en un mero trámite burocrático, desnaturalizando el carácter técnico, y participativo de este órgano consultivo. Por consiguiente, el procedimiento de participación no se ha realizado debidamente, y el principio de concertación no se ha cumplido», esgrime la Abogacía.

«Se han vulnerado los principios de seguridad jurídica, confianza legítima, lealtad institucional, transparencia, buen gobierno, e interdicción de la arbitrariedad en la toma de decisiones, recogidos por nuestro ordenamiento jurídico», añade.

Además, argumenta la Generalitat en su escrito, la primera redacción daba cumplimiento a la doctrina fijada por el Tribunal Supremo en todas sus sentencias sobre esta materia. En ese sentido, incide en que la normativa vigente apunta a que, para fijar el caudal ecológico, deben atenderse también las «variables socioeconómicas».

La fijación de los caudales ecológicos «no puede realizarse de manera indiciaria y sin la debida justificación», sino «como resultado de estudios técnicos que han de realizarse en la cuenca correspondiente, así como del resultado de la participación pública y de un procedimiento de concertación».

«La elevación desproporcionada de estos caudales (hasta alcanzar el 8,65m³/s en 2027 en el caso del tramo de Aranjuez) podría condicionar los trasvases, violentando el marco normativo del trasvase Tajo-Segura y su reconocimiento como una obra de interés general», apunta el recurso contencioso-administrativo.

Murcia y Andalucía también recurrirán

En paralelo, el Consejo de Gobierno de Murcia autorizará este jueves su propio recurso ante el Supremo en contra de los nuevos planes de la cuenca del Tajo. Para la región, inciden desde el Ejecutivo murciano, supondrá un recorte de alrededor del cincuenta por ciento del agua que se trasvasa al Segura en la actualidad.

Del mismo modo, la Junta de Andalucía dio este martes el visto bueno al recurso judicial que presentaran en el alto tribunal y que se suma a las críticas de las otras dos administraciones por la «falta de respaldo científico» del incremento de los caudales ecológicos que fijó el Ministerio de Transición Ecológica.

Por su parte, la reacción del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, firme defensor de las medidas adoptadas por el Ejecutivo central, no se ha hecho esperar y ha convocado un Consejo de Gobierno extraordinario.

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