La seguridad en productos infantiles, a examen

Con la campaña de Navidad como telón de fondo, el sector juguetero se afana para ultimas los últimos detalles necesarios para cumplir con los objetivos que el momento álgido del año requiere. La seguridad es una de las máximas para que juguetes y productos infantiles en general puedan ser manipulados por los más pequeños de la casa, por lo que cualquier examen y control es imprescindible.

Setecientos juguetes, 300 textiles y 50 cunas y cunas de viaje, fabricados en 15 países distintos de la Unión Europea, han pasado por las instalaciones de AIJU con el fin de comprobar que son seguros para el uso en entornos infantiles. AIJU también comprueba que son seguros en áreas relacionadas con sustancias químicas peligrosas en textiles y la seguridad de las cunas de viaje.

Este trabajo de vigilancia tiene como objetivo final identificar productos que no cumplen con las exigencias europeas relacionadas con seguridad de los juguetes, con la presencia de sustancias tóxicas peligrosas en textiles y con la seguridad de cunas y cunas de viaje.

Para acometer este encargo, AIJU fue seleccionado por Prosafe, organización profesional sin ánimo de lucro para autoridades y agentes de vigilancia del mercado de todo el Espacio Económico Europeo. El objetivo de esta entidad es incrementar la seguridad y el cumplimiento de los productos y servicios en Europa. Estas acciones están financiadas por la Comisión Europea.

Para Karina Pernías, responsable de los laboratorios de ensayo de AIJU, su laboratorio es ya «una referencia para los ensayos de producto infantil y de ocio». En este caso es «especialmente sensible» porque analizan productos de 15 países diferentes con el fin de que encontrar incumplimientos que, posteriormente las autoridades, puedan enmendar. Se trata de «un trabajo de vig ilancia que, al final, repercute en el consumidor». La Comisión Europea busca garantizar al máximo la calidad de los productos que se compran en nuestro territorio.