MOROS Y CRISTIANOS
El fin del machismo festero en Alcoy da paso al agravio entre quien paga y quien no
A falta de escuadras mixtas, ahora se suscita la paradoja de que desfilen las juntas festeras «de fulla» con las colaboradoras
La discriminación a las mujeres en las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy puede tener los meses contados, después de que varias «filaes» han anunciado en los últimos días su incorporación con protagonismo en igualdad de condiciones a los hombres en actos principales. Pero ahora surge un agravio comparativo entre quien paga y quien no para participar.
La buena noticia es que Marrakesch y Vascos formarán sendas escuadras en las próximas Entradas, en el caso de las representantes de la primera, en el segundo tramo de la Entrada, el día 22 de abril, desde detrás del Castillo de Fiestas hasta el final de la avenida País Valencià, lo que significa que no iniciarán el desfile como les hubiera correspondido por orden de antigüedad.
Tan solo queda un sabor agridulce entre las integrantes de este grupo femenino pionero, por no poder arrancar desde el comienzo del recorrido de la Entrada.
En la Filà Realistes, por su parte, 11 mujeres protagonizarán la Diana y una de ellas portará el guió durante todos los actos, incluida la Procesión del Dia de Sant Jordi, otra novedad.
El concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Alcoy, Raül Llopis , ha manifestado a Efe que «la incorporación de la mujer a la fiesta se hace con naturalidad» y les ha dado su «enhorabuena porque van a hacer historia y esperemos que esto ya no sea noticia».
Nuevo debate
Ahora, la falta de suficientes festeras en algunas «filaes» y al no contar con la flexibilidad de integrar codo con codo a hombres y mujeres propiciará que se completen estos grupos con festeras «de fulla» o pleno derecho, las que abonan todos los gastos con la cuota (fulla), y las que se consideran colaboradoras o invitadas.
Esta figura puede tener un peso relativo importante en algunas «filaes» donde por número serán tan visibles como el resto de festeros, hombres o mujeres. Esta «cohabitación» o unión entre unas y otras tiene también implicaciones estéticas , puesto que hasta ahora se las distinguía por su traje, pero que ahora en caso de desfilar juntas para alcanzar el número de 28 para una escuadra tendría que unificarse con una misma vestimenta.
Mientras, el paso histórico dado por Marrakesch y Vascos, precedido por la petición formal de la Filà Chano de autorizar la participación femenina en el acto de la Gloria, no es imitado por todos, puesto que el pasado fin de semana se han celebrado reuniones en la mayoría de «filaes», pero en muchas ni se ha tratado el tema.
Con todo, el avance resulta evidente y las posibles fricciones por cuestiones económicas o estéticas parece secundario, además de tener soluciones a más corto plazo.
