Ramón Sánchez Martos - Desde el sur
La liebre
Ximo Puig, de la mano de Compromís, sigue dando la tabarra con la eliminación de las diputaciones
Algunos políticos son especialistas en soltar una liebre al estilo Zapatero y dejarla correr el mayor tiempo posible para despistar a propios y extraños. Es el caso de Ximo Puig, que de la mano de sus compañeros de alcoba de Compromís ha decidido darnos la tabarra con la manida cuestión de eliminar las diputaciones . Una propuesta ni siquiera consensuada con su partido, dado que son muchos los socialistas que no ven con buenos ojos la desaparición de unos gobiernos provinciales que se encargan de inyectar economía y servicios a las pequeñas poblaciones.
Sin embargo, Puig continúa su particular cruzada contra la Diputación de Alicante , que le ha salido contestataria desde la llegada al poder de César Sánchez . La liebre continúa corriendo sin rumbo porque es lo que pretende el presidente de la Generalitat. Sabe que para eliminar las diputaciones es necesaria una reforma de la Constitución , un proceso largo y complejo, por lo que pretende modificar la Ley de Coordinación para tener un control casi absoluto de las tres diputaciones, dos de ellas gobernadas por el PP.
Hasta el momento no he visto al presidente de la Generalitat presentar algún tipo de estudio riguroso y documentado con el que defender públicamente esta radical propuesta , el importante ahorro que se obtendrá cuando desaparezcan, a dónde irán a parar los miles de funcionarios y el personal laboral que trabajan en las diputaciones provinciales, quién se encargará de invertir en las poblaciones pequeñas de menos de 5.000 habitantes para que continúen teniendo progreso y servicios públicos básicos, etc.
Unas preguntas sin respuestas debido a que la liebre sigue corriendo de norte a sur y de este a oeste , sin saber muy bien cuando parará, si por hastío y aburrimiento o porque ya habrá soltado una nueva.