Ramón Sánchez Martos - Desde el sur
Colores primarios
«La pluralidad debe ser buena, pero se está convirtiendo en una siniestra situación que puede dejar herida»
A escasas horas de finalizar el año 2015 podemos asegurar, sin lugar a equivocarnos, que ha sido histórico por muchas razones , especialmente por el cambio de tendencia a la hora de elegir a nuestros representantes políticos. Los españoles hemos ampliado los colores primarios azul y rojo, hasta conseguir una mezcolanza que nos ha dado como resultado la aparición del naranja y el morado en un tiempo récord .
C's y en mayor medida Podemos les han arrebatado la espátula a PP y PSOE en apenas un año , y la tendencia prevé que continúe aumentando la argamasa de esos colores primarios. La Comunidad Valenciana ha sido un claro ejemplo de la irrupción de estos dos partidos emergentes, a pesar de que el Partido Popular, con todos sus lastres y contrapesos tras su poder absoluto durante dos décadas, ha sobrevivido a una sangría que sí ha sufrido como era de esperar un PSPV-PSOE que debe comenzar, desde hoy, a hacérselo mirar con lupa .
Todo es hablar de pluralidad, del comienzo de una nueva época de pactos y de diálogo entre los partidos con representación en el Congreso de los Diputados y en el Senado, pero el mensaje que emana de las urnas nos ha demostrado que España y, en concreto, la Comunidad Valenciana, no quiere ni desea que la izquierda más radical de nuestra región tome las riendas . El puzzle está complicado completarlo, se ha convertido en una especie de locura transitoria de electores y políticos que no saben ni cómo ni cuándo solucionar nuestros problemas.
La pluralidad debe ser buena e incluso exquisita en determinadas ocasiones, aunque en momentos como estos se está convirtiendo en una siniestra situación que puede dejar herida de muerte a nuestra consolidada democracia, tan acostumbrada a unos colores primarios claros y templados como el azul y el rojo. La mezcla, el amasijo sin más sentido que un cambio por el cambio, debe ser analizada por todos, sin excepción.