¿Y si Víctor fuese tu hermano?

Ya está bien. No todo vale. No soy taurino, no me gustan los toros, y mucho menos el maltrato animal, pero equiparar la muerte de un animal a la de un ser humano, sobrepasa los límites de la imbecilidad más absoluta. Hasta antes de ayer Datxu Peris, por cierto vaya con el nombrecito, era una de las cientos de miles de concejales y concejalas desconocidos de este país. Datxu, Decidió traspasar la línea que separa el anonimato de la fama efímera buscando como ella mismo escribía en su cuenta de Facebook, “un aspecto positivo en la muerte del torero Víctor Barrio”. Lo ha hecho a lo grande, lo ha hecho a lo bestia. Como Datxu Peris, podrá decir lo que quiera, como cómo concejal y por tanto, dirigente público, no. A esta hora sigue en su puesto. Nadie le ha pedido en el Ayuntamiento una explicación. Datxu esta mañana se habrá levantado, desayunado en su lugar habitual y seguirá con sus quehaceres públicos. Es el país que tenemos.

Sobre esta cuestión me sorprendes dos cosas. La primera es el miedo que a los asiduos de estas prácticas en redes sociales les entra cuando son conscientes de la repercusión que alcanzan sus “rebuznos” , a partir de ahí todo son matizaciones. La segunda es que no se que habrían hecho los asiduos a los insultos y las faltas de respeto en las redes sociales antes de su existencia ¿Cómo lo hacían para hacer llegar sus soflamas?

Las redes no son anónimas, lo que se escribe no se interpreta, y de verdad me cuesta creer que se piratee la cuenta de un profesor para proferir exabruptos sobre la muerte de un torero. Veo a un equipo de hackers realizando cálculos y algoritmos para piratear la cuenta del FBI, la de un profesor anónimo…

Siento asco, cuando leo cosas como las vistas esta semana, como las bromas sobre Irene Villa, o las chanzas acerca del cautiverio de Ortega Lara. Sólo preguntaría a los aspirantes a cómicos del año que inundan las redes con estas cosas, si las escribirían igual si las desgracias relatadas las sufriese un familiar suyo. ¿Y si Irene fuera tu hermana? ¿Y si José fuera tu tío? ¿Y si Víctor hubiese sido uno de los tuyos? ¿Qué hubieses escrito? Nada, porque al final eres un ser humano , y todavía, por malos que seamos, nos separamos de los animales, aunque a alguno le pese.