¿Y si funciona?

Este sábado, mientras Mariano Rajoy sea investido presidente del gobierno del Reino de España, los perdedores violentos intentarán rodear el Congreso de los Diputado s como rechazo al funcionamiento lógico y democrático de la Cámara, después de callejear por Madrid con pancarta y bandera tricolor. Valencia no a esas horas, pero sí por la tarde –no son muy de madrugar- también acogerá una mal llamada “Marcha por la dignidad” , secundada por Podemos y Compromís. Sabemos que los enemigos de la prosperidad - podemitas, nacionalistas de Compromís y socialistas díscolos - están más a favor de la Generalitat Venezolana, que de la libertad, la Constitución y el Estatuto de Autonomía. Nada nos sorprende. Por ello, ante esas algaradas y pataletas de estas sectas ajenas a la democracia y al sistema, cabe preguntarse si realmente España está en la buena dirección, y ha sido el PSOE después de su polémico Comité Federal, el primero que ha visto esta oportunidad histórica .

Si nos dejamos empapar por la esperanza y el optimismo, se vislumbra reforma constitucional, engrase del sistema parlamentario y fortalecimiento de la política verdadera es decir, institucional. El papel del socialismo en este sentido es fundamental. Bueno para el país y bueno para el propio partido socialista y su supervivencia.

El PSOE, PP y C´S, están obligadísimos a pactar, por todos y para todos en tres temas fundamentales en esta legislatura incierta. En primer lugar los partidos que representan a la mayoría de españoles, tendrán que devolver la dignidad y la eficiencia a la Sanidad Pública. El segundo asunto de vital importancia para la nación será la elaboración de una ley de educación válida, duradera, consensuada y asesorada por intelectuales, académicos y expertos. Y como tercer punto inevitable en este nuevo ciclo político, se tendrá que acometer una reforma laboral sin complejos , que blinde al trabajador, proteja al autónomo sin tanta presión fiscal y apoye a las pymes. Si a todo ello se embiste sin demoras, con valentía y responsabilidad, la cuestión política territorial será una mera anécdota ultramontana.

Suerte Mariano, la va a necesitar…