Política
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La gestión del Consell sobre la pandemia, justo el día en el que se anuncian nuevas restricciones , y el clima de tensión entre los partidos por los efectos que pueden tener las elecciones madrileñas en sus estrategias han marcado este jueves la sesión de control al presidente de la Generalitat, Ximo Puig , en las Cortes Valencianas.
La síndica del PP, Isabel Bonig , ha criticado que el Consell haya dejado de lado la defensa de la reforma de la financiación frente al Gobierno central. «¿Cuándo van a montar un pollo, como decían en 2017, para que Sánchez nos dé lo que nos toca?», se ha cuestionado Bonig, al tiempo que ha señalado que «siempre que gobierna el PSOE» hay «guerra del agua», en referencia al trasvase Tajo-Segura.
Del mismo modo, la síndica popular ha incidido en que Sánchez y Puig son «genios» en los anuncios pero «perezosos» en la gestión de la pandemia. «Fue vacunarse el señor Ábalos y usted y pararse la vacunación porque no llegan vacunas» y tampoco las «reclama», ha añadido.
Al respecto, Puig ha retado a Bonig a hacer una comparación de los datos de la Comunidad Valenciana «en todos los ámbitos» con su «comunidad de referencia», sin mencionar a Madrid, una tónica que se ha repetido a lo largo del debate. «Sanitariamente aquí se ha funcionado mucho mejor y se han salvado muchas más vidas y, económicamente, también ha ido mejor que en aquellos que dicen que viven en el país de la libertad », ha señalado el jefe del Consell.
Una respuesta que se ha reproducido cuando la síndica de Vox, Ana Vega , ha acusado a la izquierda de «volar por los aires» las libertades individuales «bajo capas de prohibiciones» mientras ponen «la soga al cuello» de los negocios.
«No quiero que estén en ningún Gobierno», le ha respondido de forma tajante Puig. «Para los que provenimos ideológicamente» de «los principios republicanos», «la libertad es mucho más» que «poder ir de cañas» , ha sentenciado. El presidente de la Generalitat ha defendido que, salvo en una ocasión -el cierre de los bingos y casinos-, los tribunales han avalado las medidas del Consell.
«¿Saben la cantidad de familias que en estos momentos gracias a estas restricciones no tiene que llorar a sus muertos?», se ha cuestionado apuntando que cualquier comparación con «esa comunidad» -de nuevo evitando nombrar a Madrid- será «a peor» . Además, el presidente ha puesto el foco en las ayudas que se han otorgado a los sectores más afectados por la crisis.
También la síndica de Ciudadanos, Ruth Merino , ha puesto en duda que la Comunidad Valenciana esté preparada para una cuarta ola cuando se apuesta por «el cierre y la ruina antes que la prevención», realizando menos PCR con más tasa de positividad que otras regiones que realizan muchas más pruebas, como Baleares. «Más prevención y menos prohibiciones» , ha aseverado Merino.
En este sentido, Puig ha defendido que la región ha cumplido un mes siendo la autonomía con la menor incidencia acumulada de España porque hay una «estrategia coherente» de restricciones, rastreo y vacunación, aunque ha admitido que «se tienen que cerrar los vacunódromos porque no tenemos suficientes vacunas» , algo que ocurrió en dos de los cuatro grandes espacios para la inmunización masiva apenas dos días después de que se abrieran. A pesar de ello, ha reiterado su compromiso de que en junio estarán vacunados todos los mayores de 60 años.
El Botànic se divide por el puerto de Valencia
En paralelo, los partidos del Botànic han protagonizado este miércoles su particular debate sobre la ampliación del puerto de Valencia . Una actuación que tanto el síndico de Compromís, Fran Ferri, como la de Unides Podem, Pilar Lima, han pedido paralizar, mientras que Ximo Puig (PSPV-PSOE) ha abogado por realizar un «análisis riguroso» para determinar cuál es «la mejor solución» porque «no se puede hacer a cualquier precio».
Ferri ha preguntado al presidente sobre si esa ampliación es coherente con la situación de emergencia climática. «Queremos que la ciudad tenga puerto, pero no que el puerto se coma la ciudad » y se convierta en una capital «sucia», ha apuntado. «Si los partidarios de la expansión están tan seguros de que no tendrá impacto, ¿por qué utilizan todas las armas contra la declaración de impacto ambiental?», se ha preguntado.
Una declaración, como ha apuntado Lima, que cumple ya catorce años y que está basada en una legislación de 1986. Además, la síndica de la formación morada ha defendido que la ampliación del puerto no traerá nuevos puestos de trabajo por el aumento de la robotización y hará retroceder las playas del sur de la ciudad, «poniendo en peligro» la Albufera.
«¿Cómo es posible que los intereses de una multinacional pueden llegar a poner en jaque la salud del territorio? ¿En qué beneficia a la sociedad tapar el mar para crear un macroalmacén para MSC?», ha vuelto a cuestionar Lima.
En su respuesta a ambos, Puig ha defendido que el puerto es un «pilar imprescindible de la economía valenciana» y ha pedido que se evalúe este asunto «sin maniqueísmos». «El puerto no puede ser ajeno a la dinámica de crecimiento y sostenibilidad, que deben ir de la mano de manera transparente y segura», ha insistido. «No creo que aquí nadie quiera acabar con las playas ni con la Albufera», ha zanjado.
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