Formación
La vicepresidenta de la Generalitat Valenciana anuncia educación sexual a los seis años por las violaciones
Mónica Oltra también defiende que los médicos ofrecen mejor atención a sus pacientes si saben valenciano
La vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra , ha anunciado que sopesa un plan de inicio de la educación sexual en las aulas a los seis años de edad para así prevenir violaciones grupales y otras agresiones sexuales como las ocurridas en casos recientes. También este lunes, la número 2 del Gobierno autonómico ha defendido que los médicos ofrecen una mejor atención médica si saben valenciano, al «entender mejor» al paciente.
Para la consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas. la educación afectivo sexual resulta clave para prevenir situaciones de machismo o sucesos tan dramáticos de índole sexual y habría que empezar a impartirla en los colegios mucho antes porque ahora ya se llega tarde.
Oltra ha señalado, en los Desayunos de la Agencia EFE en el Colegio de Abogados de Valencia, que esta es una de las cuestiones que se analiza en la estrategia valenciana contra la violencia sexual, que está en su última fase de elaboración y prevé presentarse el 25 de noviembre, Día Mundial de la Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres.
Preguntada por el aumento de agresiones sexuales en grupo, afirma que antes también ocurrían pero no se denunciaban tanto, y considera una «buena noticia» que en la Comunitat Valenciana haya habido «un extraordinario aumento de las denuncias, tanto en violencia de género como en violencia machista en general».
Sobre el hecho de que muchas de estas agresiones en grupo sean cometidas por menores , considera que existe un problema sobre el que hay que actuar, y de ahí la necesidad de iniciar la educación afectivo sexual «a edades muy tempranas».
Destaca que el acceso a la pornografía se produce también a edades muy tempranas, y es necesario que los menores tengan claro que «no se puede dar el salto a la realidad desde este ámbito cinematográfico, de la misma manera que uno no coge una capa y se tira por el balcón pensando que va a volar como Superman».
En este sentido, cree que a las chicas hay que educarlas en «el empoderamiento del deseo y el placer propio» y en no supeditar su placer al deseo del otro, mientras que a los chicos hay que enseñarles «el respeto del deseo del otro, o de la otra en este caso».
Junto con la educación afectivo sexual, Oltra cree necesario también que el aprendizaje del manejo de las emociones forme parte del currículum escolar, como enseñanza transversal e «hilo conductor de todas las etapas educativas».
«Educar en la tolerancia a la frustración es muy importante, y ha habido generaciones muy poco tolerantes al frustración, que no aceptan un no por respuesta, que creen que todo lo que deseas se puede tener o comprar», advierte.
«El más macho»
Reconoce que siempre que se plantea la enseñanza afectivo sexual en las escuelas se genera un debate y hay quien dice que «eso se enseña en las casas», normalmente lo dice «el más macho del barrio», y cree que se trata de un debate que «hay cerrar».
«Educar en la libertad y el respeto de la otra persona trasciende mucho más allá de las agresiones sexuales» y puede evitar cuestiones como el bulling o las agresiones por orientación sexual, entre otras cosas, afirma la vicepresidenta.
Señala que aunque se trata de una cuestión que puede regularse a nivel autonómico porque forma parte de los currículos que deciden las comunidades, «estaría bien que en la ley de Educación nacional tuviera una presencia destacada la educación en las emociones».
Ademas, cree que este tipo de educación podría ser también una solución a la polarización y agresividad social, que alimentan algunos partidos políticos, pues, a su juicio, «aquí hay generaciones de políticos a los que han educado sin tolerancia a la frustración, que pierden unas elecciones y no lo encajan bien».
«Lo primero es educar -a los niños y niñas- en la gestión de las emociones, y eso empieza cuando tienen la primera rabieta», insiste la también consellera.
Idioma del médico
Oltra también ha opinado este lunes que para que un médico pueda hacer un buen diagnóstico y acierte en el tratamiento adecuado del paciente «es fundamental que tenga la capacidad de entender a la persona -que acude a su consulta- en su lengua sentida», en alusión al valenciano exigible a los funcionarios.
Esta de acuerdo con la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo , en que se debe primar «el derecho a la salud». Pero por eso mismo, ha dicho, «sé que para que un médico haga un buen diagnóstico y acierte en el tratamiento, es fundamental que tenga la capacidad de entender a la persona en su lengua sentida».
Tras calificar de «artificial» la polémica generada en torno a la inclusión del requisito lingüístico para el acceso a la función pública, Oltra asegura que la mayoría de médicos «ya animan a los pacientes a que les hablen en la lengua sentida porque consiguen mucha más información».
«La detección primera y las pruebas diagnósticas a encargar, se hacen en base al relato que te hace el paciente», y «por eso que hemos de primar la salud, la capacitación para entender a una persona, en su tierra, en la lengua sentida dominante, es fundamental», insiste.
«Nadie les pide que escriban el Tirant lo Blanch, sino que entiendan a la persona en la lengua en la que esa persona mejor les va a poder contar lo que le pasa», señala.
Ademas, recuerda que el requisito lingüístico existe en este país «desde hace muchísimos años», y afirma que si viene una eminencia médica de Massachusetts, «tendrá la obligación de aprender castellano».
Para Oltra, las críticas de la oposición al requisito lingüístico son «juegos de artificio» e «intentar de hacer de todo una guerra».