Vicente Vera - Cambridge Circus
Sociedad española: Dolor y Gloria
«Más política social y un marco económico que permita a los empresarios poder generar riqueza suficiente para mejor distribuir la tarta»
Escribo esta última columna antes de despedir el año 2019 y recibir al próximo 2020, año que, según todos los pronósticos, promete ser muy pomposo y en el que se auguran escenarios novedosos para la mayoría de la sociedad española. Como saben y les he confesado en algunas ocasiones, soy muy cinéfilo desde bien joven, así como aficionado a otras manifestaciones culturales, como la música y la literatura. En esta ocasión, y de manera deliberada, me apropio del título de la última producción de Pedro Almodóvar y la productora El Deseo: «Dolor y Gloria». ¿Y por qué esta cinta y no otra entre todas las que se han estrenado durante este año que termina? No tengo una respuesta definitiva y absoluta que explique los motivos de mi apuesta por esta gran película del director manchego.
Una vez visionada la cinta, y leído algún que otro artículo de opinión sobre la misma, me ha motivado suficientemente para poder expresar alguna que otra gavilla de reflexiones en torno a la vida cotidiana en la que estamos inmersos -y algo tenso o más bien preocupados por nuestro futuro como país miembro de la UE y como sociedad cansada de tanto desasosiego e incertidumbre-. Aunque no queramos o no nos guste hablar y platicar sobre los mismos temas de siempre, se ha comprobado que estadísticamente el problema que más atormenta la estabilidad emocional de los españoles es la escasa compostura y respeto de los políticos hacia los ciudadanos que integran el conjunto de una sociedad democrática. Esto lo veo como un dolor generalizado que nos impide ser nosotros mismos, altera nuestra psicología colectiva. Desconocemos qué va a pasar mañana y los próximos días: si suben o no las pensiones , si suben o bajan los tipos de interés, y lo mismo con los salarios que no permiten a nuestra juventud poder independizarse y plantearse una vida familiar plena. En la película «Dolor y Gloria» vemos cómo uno de los protagonistas acude al médico para intentar poner remedio a sus dolencias médicas y de esta manera encontrará solución también a sus dolencias de carácter más personal y psicológico. Viendo esta película nos damos cuenta de lo importante que es para nuestra salud mental y física poder rememorar nuestras vidas y conseguir ajustar cuentas con nuestro pasado, nuestro círculo familiar más estrecho, así como nuestra relación con los amigos olvidados y que alguna vez estuvieron a nuestro lado.
El cine siempre es una eficaz herramienta terapéutica para todos los males. Nos sentamos en la butaca y esa oscuridad que nos atrapa en la sala del cine, como la cobertura de un manto, nos ayuda a evadirnos de la realidad y prestar toda la atención y concentración para pasar un rato agradable y poder reflexionar después con toda la alegría del mundo, bien solos o bien en compañía de familia o amigos.
Al principio de este artículo he afirmado que la predicción de todos los servicios de estudios, incluido el Banco de España , confirman que España mantendrá una tasa de crecimiento que permitirá alejarnos de una recesión, aunque todavía persistan signos de desaceleración . Todos los países vecinos y algunos no tanto se encuentran en posiciones de conflictos con determinados colectivos que protestan por sus derechos sociales. Reflexiona el ministro de Exteriores de Chile Teodoro Ribera que «el crecimiento económico no garantiza la estabilidad». Y tiene toda la razón. Se olvida de su distribución entre las diferentes clases sociales. Lo que ya advertían los economistas de pensamiento sraffiano, la distribución del PIB entre Beneficios y Salarios . Mientras esto no se entienda, seguiremos con alteraciones callejeras y huelgas de metro y de ferrocarriles. Más política social y un marco económico que permita a los empresarios poder generar riqueza suficiente para mejor distribuir la tarta. Abandonar políticas neoliberales mal entendidas erradicando comportamientos irracionales. Comprender y aplicar esta filosofía supondría poder convertir una situación de dolor en otra de gloria. Desde esta plataforma, espero y deseo que finalmente los políticos responsables de formar un nuevo Gobierno para el horizonte 2020 tengan la iluminación de todas aquellas musas comprometidas con el arte de la política. Sin menospreciar, por supuesto, las conclusiones dirigidas a los equipos de negociación política que procedan de los diferentes oráculos llamados a ser los nuevos y brillantes consejeros áulicos. Que impere la cordura, la inteligencia y el talento, para que España consiga toda la Gloria que se merece a través de este proceso de catarsis generalizada.
Mi mayor deseo de éxito y premios para la película «Dolor y Gloria» en el próximo certamen de los Oscars. Estaremos muy atentos a las nominaciones concedidas pero, mientras tanto, si tienen ocasión de ver esta gran película no lo dejen para otro día. Les aseguro que disfrutarán con alguna de sus inolvidables interpretaciones. Feliz año 2020.