Vicente Ordaz - Señal de radio

Y a todo esto... 20.000 muertos por el coronavirus

«En un país con 20.000 muertos y 47 millones de habitantes es imposible que no hayan un buen número de indeseables»

Última hora del coronavirus en la Comunidad Valenciana

Imagen tomada este jueves en el centro de Valencia ROBER SOLSONA

Esta cifra se quedará corta durante los próximos días. El maldito coronavirus sigue sumando diariamente 500 muertos de media. Un país, España , en el que en esta situación pasan cosas como estas:

-Que el Gobierno al mando con 20.000 muertos saque un CIS, en el que según su director, José Felix Tezanos , el 97% de la población respalda la actuación de Pedro Sánchez en la gestión de la crisis. Lo que viene siendo una desvergüenza de proporciones milenarias. Recuerdo en este apartado que el CIS cuesta al año 12 millones de euros a los españoles . Digo yo que invertir ese dinero en material sanitario, por ejemplo respiradores, en lugar de un informe ayudaría a Sánchez a alcanzar el 100% y de paso a salvar vidas.

-Mientras, Mariano Rajoy ha decidido saltarse el confinamiento. Mal. Injustificable y sin defensa posible. Llama la atención en alguien responsable y que debe dar ejemplo. Pero de ahí a que en un país con 20.000 muertos esta situación se convierta en debate nacional o apertura de algunas televisiones es para que el CIS lo analice antes de su cierre definitivo. Quizá y como debate antes que el paseo de Rajoy debería estar el 'timo' sufrido por el Gobierno en la compra de material sanitario o el descuadre en las cifras de muertos, o tantas otras cosas de una gestión deleznable a ojos de la comunidad internacional. Más que nunca las comparaciones siguen siendo odiosas.

-Y en un país con 20.000 muertos y 47 millones de habitantes es imposible que no hayan un buen número de indeseables. Esos que de dejan notas en escaleras o garajes exigiendo a vecinos que trabajan en hospitales o supermercados que abandonen el edificio para contagiar al resto. No se puede ser más miserable ni por supuesto más cobarde. A los 'no firmantes' les exijo la valentía que tienen los que se juegan el pellejo todos los días en hospitales o supermercados y que llamen al timbre en lugar de esconderse tras un panfleto anónimo. Pero sobre todo les deseo suerte para que no caigan enfermos, porque supongo prescindirán de ir al hospital, o quizá no...

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