Vicente Ordaz - Señal de radio
¿Y ahora qué?
«Recuerdo que en un país civilizado, España aún lo es, lo que se debe acreditar es la culpabilidad, no la inocencia»
El derecho al pataleo existe, existirá siempre. Sus orígenes vienen de los mediocres, cuya definición dícese que es aquello que es mediano o regular, tirando a malo, en cuanto a su calidad, valor o interés. En esas estamos tres días después de conocer la decisión de la Audiencia de Valencia que de manera sistemática está procediendo al archivo de las actuaciones contra los miembros del último equipo de gobierno de Rita Barberá por la pieza conocida como la del 'pitufeo'. Todavía a esta hora ninguna disculpa de aquellos rivales políticos que cargaron sin piedad .
En segundo lugar, para hacérselo ver, cinco años de instrucción y 8.000 folios no han sido capaces de sostener siquiera la apertura de un juicio oral. La Audiencia de Valencia considera que no existen contra los investigados indicios de la comisión de un delito de blanqueo. Si buceas un poco en el auto que archiva la causa, tampoco hace falta mucho porque no llega a los diez folios, se esgrime literalmente que “la denuncia anónima en fiscalía carece de valor según reiterada jurisprudencia”. De verdad no sé cómo casa lo primero con lo segundo, pero por el camino se ha quedado la vida profesional de 49 personas, no políticos, personas.
Y para terminar, Rita Barberá . Me llama la atención la pregunta recurrente de las últimas horas sobre si esta situación restituye la imagen de Barberá. Recuerdo que en un país civilizado, España aún lo es, lo que se debe acreditar es la culpabilidad, no la inocencia. Rita Barberá no debió defender nunca su inocencia por que lo que se debe probar es la culpabilidad. Por eso, la resolución judicial no cambia nada, Rita Barberá, con sus errores, queda en la historia como la alcaldesa que cambió la ciudad de Valencia , otros también quedarán en la historia, todavía no sabemos por qué...