Vicente Ordaz - Señal de radio
La vacuna contra el caos
«El descontrol sobre las vacunas en todas sus facetas adquiere magnitudes de desastre y la desinformación para el futuro vacunado es de proporciones gigantescas»
Da igual si eres como en mi caso periodista y tu obligación es estar informado, regentas un comercio o trabajas en el mercado inmobiliario. El descontrol sobre las vacunas del coronavirus en todas sus facetas adquiere magnitudes de desastre y la desinformación para el futuro vacunado es de proporciones gigantescas. Ni siquiera con un Excel en el que con disciplina prusiana anotes diariamente los cambios de calendario o estrategia , rangos de edad según marca y semana, centros de vacunación operativos, vacunas autorizadas o suspendidas por alguna entidad sanitaria o gubernamental, diferentes opciones de plazos entre primera y segunda dosis o lo último, posibilidad de cócktel de dos marcas diferentes según el país en el que vivas, llegarás a tener una foto fija de la realidad en la que te encuentras. Ya te apañarás.
Hasta donde sé y me puedo imaginar, los europeos, rasgo arriba, rasgo abajo, somos genéticamente iguales. Los españoles más graciosos, los alemanes más organizados, los italianos más elegantes, los daneses más tranquilos, pero a la hora de que te pinchen una vacuna, por dentro somos todos iguales.
Tampoco tengo dudas en que la vacuna de AstraZeneca es la misma aquí que en el Reino Unido. La dosis incluye de manera exacta los mismos componentes y con igual proporción en una dosis que se administra en París o Berlín. Lo mismo que para el resto de vacunas, de Pfizer a Moderna pasando por Janssen , son igual de buenas o malas, efectivas o no, seguras o inseguras más allá del meridiano y paralelo del globo en el que se inoculen.
Por eso no soy capaz de entender porque una vacuna se prohíbe en un país y en otro no. AstraZeneca no se le pincha a un danés o noruego, pero sí a un español, siempre, eso sí, que tenga entre 60 y 69 años, porque si eres ciudadano del Reino Unido te la ponen más allá de tu año de nacimiento. También, y según tu nacionalidad y aunque tus órganos vitales sean los mismos que los de un francés o italiano, te puedes encontrar que tu segunda dosis sea obligatoriamente de la misma marca que la primera, pero a ellos les pongan otra diferente porque según alguien, el riesgo de mezclar solo es de Pirineos hacia abajo.
Supongo también que los médicos serán iguales más allá de sus especialidades en los países desarrollados y sus recomendaciones las mismas en un país que en otro. Los que no son iguales son los políticos, y cuando ellos deciden no hay Excel que lo resista. Mientras, y todos los días, sigue muriendo gente .