Vicente Ordaz - Señal de radio
No saben qué hacer ante el coronavirus
«Ximo Puig y Mónica Oltra están en las antípodas en sus criterios de cómo gestionar la crisis sanitaria»
Saltan todas las alarmas. La pandemia del coronavirus no sólo no afloja, sino que al mismo tiempo que Fernando Simón insulta al gremio de las enfermeras en Youtube unto a dos colegas, los contagios se multiplican, las UCIS se saturan y el número de fallecidos crece de manera exponencial. La segunda, como dijo Salvador Illa, hace un par de semanas ya está aquí. Ministro, vuelves a llegar tarde. Y van unas cuantas.
Realmente nadie sabe qué hacer. Ni tampoco cómo enfrentarnos. Damos palos de ciego y realmente no es culpa de nadie. Hoy un confinamiento perimetral, mañana una reducción de aforo, pasado un toque de queda. El Covid-19 es lo mismo que un tráiler de ocho ejes lanzado cuesta abajo y sin frenos. El que se atreva a intentar detenerlo que se ponga en medio, pero sabes que se te va a llevar por delante…
Por lo complicado del enemigo ya no me atrevo a poner en cuestión ninguna decisión que se tome, pero sí algunas actitudes y formas de nuestros políticos en un tiempo como el actual. Lo que no es de recibo es que en un tiempo en el que los mensajes al ciudadano deben ser claros y directos más allá del contenido, en un Gobierno sus dos máximos referentes ofrezcan al mismo tiempo contenidos tan contradictorios. Ximo Puig y Mónica Oltra están en las antípodas en sus criterios de cómo gestionar la crisis sanitaria del coronavirus. Lo pueden pensar, pero no lo pueden escenificar en público de manera tan evidente.
El presidente Puig aboga por mantener activa la hostelería. Sabe que el cierre es la muerte definitiva de miles de negocios, de empresas. Mantener la actividad es a día de hoy una decisión valiente. La vicepresidenta Oltra plantea un cierre automático, dice que así se reducen los contagios y la transmisión del virus. Tampoco le falta razón, pero la cuenta si sale mal, no la paga ella, la factura será para el de arriba. El problema es que con los líderes ofreciendo posiciones tan encontradas sólo queda una cosa clara, no saben qué hacer, ni cómo. Y eso con más de doscientos muertos diarios no lo puede percibir el ciudadano.
