La ideología como manual

Debería enseñarse en las escuelas y aprender todos desde pequeños algunos conceptos que en un país desarrollado caen por su propio peso. Uno, que los políticos deben en situaciones de crisis formar parte de la solución y nunca del problema. Dos, que a gobernar se debería llegar enseñado y no para ir cogiendo experiencia . Tres y más importante, el dirigente público gobierna para todos, no sólo para aquellos que le votaron. El sueldo se lo pagamos entre todos.

Es curioso, al tiempo que triste, asistir a la actuación de algunas delegaciones del Ayuntamiento de Valencia en estas últimas semanas. Comenzado por su concejal de seguridad Aarón Cano empecinado hasta el ridículo en sancionar al Arzobispado de Valencia por una ¿aglomeración? Que sólo vio él en el Día de la Virgen de los Desamparados. El alcalde Joan Ribó tardó poco en corregir a su edil públicamente y ahora la Delegación de Gobierno confirma lo que no tenía argumento en contra. Está bien esto de hacer perder el tiempo a la administración en un tiempo en el que todos los esfuerzos deberían dirigirse a luchar contra la pandemia. Gracias concejal. Unas semanas después y en las manifestaciones por la muerte de George Floyd con miles de asistentes en la misma plaza, al concejal ni se le ha escuchado, ni se le espera. Es lo que tiene lo de la ideología.

Y luego tenemos a los creativos. El lema para el día del orgullo en Valencia no tiene desperdicio. “València molt mes que clòtxina i chufa” . Imagino que el equipo de trabajo encargado del tema habrá pasado largas jornadas de trabajo, reuniones, propuestas y elaboración de informes para acabar con un lema tan cutre como chabacano, tan ridículo como poco original.

Un lema que seguro a esta hora es digno de estudio en los ayuntamientos de las principales ciudades de Europa y del mundo, prestos a copiarlo. Un lema que saldría de una charla de niños y niñas de doce años.

El concejal Grezzi ha encontrado un hueco en su apretada agenda colocando maceteros para sacar pecho de tan magna mediocridad. Un día que reivindica derechos e igualdad merece otro lema, igual que esta ciudad, que por lo visto, merece otros dirigentes.